PROGRAMA #235: Experiencias comunitarias donde buscar (nos)

Puede decirse que la política se despliega en diversas dimensiones y aún dejando de lado aquella que denominamos “de arriba” y que consiste en la mera administración del capital con resultados cada vez más catastróficos para los pueblos; la que nos interesa, nos conmueve y nos convida al intento, no tiene una dirección unívoca, un campo exclusivo.

Entonces y porque pensar es un hacer, apostamos a las ideas emancipadoras que despejan nuevos horizontes y construyen mundos teóricos que impulsan a la acción, pero –claro- además nos interpelan las experiencias vitales y comunitarias que florecen en distintos territorios para procurar darle un sentido integral y coherente a la existencia.

La posibilidad de conocer y conectar con estas comunidades organizadas no es sencilla, pero gracias a la compañera Vanda Ianowsky quien anduvo de recorrida documental y de estudio por diversas regiones, en Después de la Deriva pudimos escuchar las voces de quienes sostienen Pueblo Mampa, Kilampá y la Red Puna.

Esta noche y con Vanda en los estudios de La Tribu, no solamente nos anoticiaremos de la historia de la cooperativa jujeña de agricultura y producción Cauqueva, consolidada como tal hace más de 25 años pero con un largo e intrincado camino común anterior, sino que convidaremos a analizar estas prácticas que ella reconoció visitando y compartiendo.

Pese a la amenaza y la duda que genera la avanzada imperial sobre territorios y cuerpos que no deja un afuera en donde refugiarse, sostenerse y generar, creemos que saber que hay otros modos de hacer las cosas puede abrir posibilidades y conocer sus dificultades y limitaciones es también un ejercicio que, a partir de entrar en un diálogo abierto, regala enseñanzas, alertas, empeños, nuevas maneras de recrear lo colectivo.

Mostrar lo que asoma, asimilar lo común como algo natural y por tanto perfectamente posible y practicar lo igualitario son pequeños grandes gestos que intervienen las vidas de las muchas personas que los hacen y que tratamos de echar a rodar con la inquietud de que esos retos nos empapen, nos modifiquen, nos coloquen en el camino donde las mejores tradiciones se hermanan con los saberes nuevos y alumbran lo que necesitamos hacer que ocurra.

PROGRAMA #234: Ecuador resiste y construye

Asomarnos a los días críticos que viven las personas que habitan Ecuador es no solamente una suerte de obligación que intenta ayudar a desenmascarar al Estado represor y asesino que comanda el presidente Guillermo Lasso, sino fundamentalmente tratar de comprender el escenario político que por impulso de las organizaciones indígenas tiene al país alzado desde hace más de 15 días.

Y aunque las fronteras, los himnos, las banderas y la composición étnica de cada país marcan matices y diferencias, de pronto encontramos que la lucha valiente y constante que se despliega en Ecuador habla la misma lengua de peleas que se suceden –con distinta escala- en otras regiones del continente.

Y si bien en la primera plana del paro y los cortes de rutas aparece el precio de los combustibles que condena a una miseria aún mayor a las poblaciones indígenas y campesinas que laboran la tierra, al dialogar con compas del Colectivo Desde El Margen hallamos más hondas razones que explican la revuelta y la organización.

El decisivo rechazo de las comunidades implicadas y de habitantes de otras regiones del país a las exploraciones y proyectos extractivistas ocupa un lugar central en la agenda popular, en la disputa abierta entre el modelo de saqueo propio del sistema y esa otra vida que late, nutre y se esparce entre las gentes.

Por fuera de eufemismos oficiales que allá o aquí refieren a supuestos planes de desarrollo y progreso, hay una decisión tejida abajo y a la izquierda de defender la intensa y diversa vida que puebla nuestras geografías como un modo íntegro y cabal de asumir la propia existencia.

Semejante pelea y la magnitud de la represión estatal conforman un mismo mapa de situación que da cuenta de dos maneras radicalmente opuestas e incompatibles de habitar, de ser y estar, de proyectarse.

Como gesto de apoyo a esas poblaciones marginadas, resistentes y encendidas pero fundamentalmente entendiendo que padecemos los mismos males emanados de la democracia capitalista y quienes la encarnan y sostienen, en Después de la Deriva saludamos el nuevo despertar que emerge en Ecuador frente a un problema que nos golpea por igual y para el que debemos construir una respuesta igualitaria, global y emancipadora.

PROGRAMA #233: 20 junios de impunidad y ausencias

Los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, de cuya factura e impunidad se cumplirán dos décadas el próximo domingo, aparecen como una postal de época cuyos efectos llegan hasta nuestros días.

Ambos jóvenes y consecuentes militantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados eran parte de la irrupción política de un nuevo actor social piquetero que minó el final del gobierno de Carlos Menem y tuvo protagonismo en la rebelión que alcanzó su clímax en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001.

Sin querer romantizar las figuras de las víctimas ultimadas en el marco de una cacería represiva de la que aún nadie se hace cargo, aquellos muchachos integraban colectivos de personas marginadas por la lógica del capitalismo que forjaron un nuevo tiempo, el de la política hecha cuerpo a cuerpo, con más importancia en las bases que en los dirigentes.

Aquella matanza ordenada y perpetrada desde el Estado pero que aún espera por la responsabilidad de los funcionarios de turno, parece haber surtido efecto en la disputa por ver quién y cómo ganaba las calles.

Y aunque las hordas de seres desplazados viviendo en condiciones miserables sigue aumentando y regularmente muchos de ellos cortan arterias y reclaman, aquel horizonte que disputaba la comida y el plan pero también el sentido, se ha difuminado entre voceros papales y una práctica clientelar más parecida a la del sistema de partidos que a la alumbrada en asambleas y horizontalidades.

Esta noche junto al cineasta Patricio Escobar quien en las tradicionales vigilias de los 26 de junio en la Estación Darío y Maxi para exigir justicia y el fin de la impunidad estrenará un cortometraje que funciona como avance de “La crisis causó 2 nuevas muertes-Segunda Parte”, trataremos de pensar en torno a este devenir y gracias a su valiente investigación buscaremos perfilar más claramente quiénes fueron los titiriteros detrás del doble crimen.

En nombre de esas rebeldías que portan nombres y rostros que alumbran el camino y también de las rabias que nos permiten distinguir a los personeros de la miseria y la violencia, en Después de la Deriva saludamos la memoria de los compañeros caídos sin dejar de dar batalla por el mundo de iguales que tenemos que forjar.

PROGRAMA #232 En guerra contra la disctadura minera

Un nuevo arrebato represivo contra quienes sostienen una lucha constante, ejemplar y consecuente contra la megaminería en Catamarca, pretendió quedar disimulado entre mensajes en off, citas spinetteanas, mohínes de emperadora, pedidos de renuncia, distintos personajes para los mismos roles y fines e intrigas de palacio.

Pero dos compañeros de la Asamblea El Algarrobo quedaron enredados en una sumatoria de denuncias del poder y fueron detenidos, ante el silencio cómplice de los partidos del sistema, de una lógica de no mirar para lugares que incomoden, del poder mediático que no reconoció grieta a la hora de invisibilizar las luchas que de verdad cuentan porque refieren a la profundo y esencial que sucede.

Las detenciones de Aldo Flores y Enzo Brizuela, quienes gracias a la lucha de la comunidad recuperaron su libertad, son la expresión cabal de un entramado perverso donde la política de arriba, sus funcionarios y su elenco de especialistas, pretenden ahogar un camino de resistencia y construcción que Andalgalá viene trajinando hace más de dos décadas como modo de oponerse al saqueo.

Se trata sin más de otro dispositivo estatal que bajo los eufemismos del desarrollo y el progreso se traduce en una dictadura minera, en una declaración de guerra que viene a golpear la aparente calma acerca de que esas cosas suceden lejos de aquí.

Muy cerca, en cambio, en el bar de La Tribu, una publicación está presentando una nueva entrega de su revista que con imágenes sobre la invasión rusa a Ucrania se pregunta ¿Qué hacemos con las guerras del presente?

En Después de la Deriva asumimos sin eufemismos que la del extractivismo es una guerra desatada contra los territorios y contra quienes vivimos en ellos y su despliegue bélico por minería, fracking, agrotóxicos o monocultivo, incluye la negación de la tragedia, el discurso ambiguo, la cuestión socioambiental como mera jardinería.

Viaje este programa como testimonio concreto de acompañamiento a las personas que –como las valerosas integrantes de la asamblea El Algarrobo- libran  esas batallas diarias contra el capitalismo voraz y sus personeros de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y como una toma de posición que invita a generar otros modos de organizarnos y vivir contra la democracia tutelada.

PROGRAMA #231 Litio, una falsa panacea

La explotación del Litio suele ser presentada por muchos sectores como una panacea. Para que eso sea posible suelen darse muchos desplazamientos entre verdades a medias y ocultamientos.

La primera es pensar a la crisis climática básicamente como una crisis energética y en particular una crisis energética del primer mundo. La segunda suele ser señalada como una crisis climática con efectos homogéneos, tanto entre clases sociales, entre sectores y comunidades como entre continentes. La tercera es asumir que la crisis climática tiene un efecto solamente global, a través de la explicación de los gases de efecto invarnadero y limitar a eso, y no considerar nunca los efectos tanto regionales como locales.

La cuarta, fundamental a la luz de todo lo que esta sucediendo es no distinguir entre lo publico y lo privado. Entre cuales son las políticas estatales y cuales las empresariales, entre los nortes vinculados a recuperar el cuidado de las comunidades y la naturaleza y aquellos simplemente dirigidos a la acumulación del capital. Y la quinta es la disposición explicita a ofrecer territorios y cuerpos a cualquier costo. Por supuesto que las resistencias sociales no son menores, todas las explotaciones de litio han visto multiplicarse comunidades que de diferentes maneras dicen no, claro que estas comunidades suelen ser deslegitimadas bajo cantos abstractos y promesas de trababajo a sectores sociales que estas siempre expuestos a la urgencia y cuando no son directamente reprimidas.

En este nuevo programa de Después de la Deriva abordamos la problemática con voces de ambos lados de la cordillera. Comunidades y voces que reclaman su sitio, que se organizan y se oponen a ser una vez mas las formas precisas de sacrificio. Formas precisas de sacrificio a comunidades y naturalezas que buscan garantizar en el fondo que todo siga igual.