Programa #220: Tras las huellas de Gustavo Esteva

La muerte de Gustavo Esteva, filósofo y activista mexicano quien aún desde antes de la creación de la Universidad de la Tierra de Oaxaca, que es una luminosa trinchera donde el saber se comparte y construye colectivamente, marcó un camino de ideas y acciones integrada a las páginas más brillantes de la emancipación latinoamericana, nos deja un legado entre las manos.

Agudo y provocador, desconfiaba tanto de la política de la representación como del discurso manso de la educación. Una posición que apenas semanas atrás resumió con simpleza expresando que “habrá que diferenciar entre conocer y saber, una cosa es el conocimiento y otra bien distinta la sabiduría” y así nomás parió otro horizonte para seguir caminando.

Autodefinido como “intelectual público desprofesionalizado”, Gustavo sembró palabras y gestos que dejaron una huella en el pensamiento para la liberación y que empalmó natural y hondamente con la irrupción zapatista que llegó para sembrar las bases de una nueva subjetividad política y vital desde su territorio libre y revolucionario en el sureste mexicano.

Esteva llegó a ese encuentro con el zapatismo tras un recorrido académico y profesional que pasó por empresas privadas y también por la esfera pública, una experiencia sobre la que señaló sin vueltas: “Si lo que me interesaba era el cambio, la posibilidad de la transformación de la gente, el Estado y el gobierno eran los lugares menos apropiados para eso. Están diseñados para controlar y dominar, no para hacer otra cosa”.

De esa manera el pensador y militante cruzó sus postulados axiomáticos con el paso lento y constante que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional fue dando en Chiapas para sacudir las nociones acerca del poder, la representación y el buen vivir, unas invenciones concretas que hallaron en Esteva a un interlocutor notable.

En ese andar, Gustavo fue un notable difusor de ese ideario y aportó su palabra escrita y hablada para acercar a más personas a ese fuego que, no sin dificultades, se sostiene y crece con la cara tapada, abajo y a la izquierda, con rabia y colectivamente.

Por eso le puso el cuerpo a cada espacio capaz de poner a rodar la buena nueva y estuvo dos veces frente a los micrófonos de “Después de la Deriva” en una actitud franca y compañera para ayudarnos a pensar en tiempos de la primera ola de la pandemia y, meses después, para alertar sobre el avance del mal gobierno mexicano de López Obrador contra los territorios y los logros zapatistas.

Esta noche en La Tribu queremos recordar al hombre generoso y brillante a la vez que aportó su vida y obra a sembrar unas nociones cargadas de un mañana que tenemos la necesaria posibilidad de honrar haciendo carne ese mundo urgente que debemos y podemos forjar entre todas y todos como expresan los zapatistas desde una sentencia radical que era la preferida de Esteva: “Nosotros solo somos hombres y mujeres ordinarios y por eso somos inconformes, rebeldes, soñadores”.

PROGRAMA #219 HAY UNA GUERRA

Hay una guerra.
La que Rusia lanza sobre Ucrania, la que los poderosos del mundo ven por las redes sin poner su pellejo en las jugadas siniestras de la geopolítica.
Hay una guerra.
Es por el agua, la vomitan los que vienen por ella para proyectos megamineros, los que la envenenan con agrotóxicos, los que la roban a fuerza de arrasar, quemar, contaminar.
Y en esta guerra, con armas o acciones, con leyes o bombardeos, con tiranías o democracias, con la tutela del FMI, con la dictadura minera, a sol y a sombra, aquí tomamos partido y celebramos la grieta que nos pone donde queremos estar.
Por eso esta noche en Después de la Deriva hablamos con Ezequiel Moreno, uno de los caminantes de la Asamblea El Algarrobo de Catamarca que desde el 23 de febrero inició una recorrida de más de 1.300 kilómetros visitando lugares donde el extractivismo ataca en visitas testimoniales y enlazadoras que llegaron hasta las sedes porteñas donde mandan los funcionarios de la justicia para entregar dos petitorios para frenar el criminal Proyecto MARA.
Y también recibimos al artista Carlos “Negro” Aguirre y a Enzo Culasso de la Multisectorial de los Humedales de Paraná que para el domingo próximo anuncia un gran Festival por el Agua en la Plaza de las Colectividades de la capital entrerriana.
Porque hay una guerra a la vieja y criminal usanza también hacemos nuestras las palabras del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que alertan sobre la necesidad de re-conocernos más allá de estados y gobiernos para dar nuestras batallas que no son las del conflicto bélico de los ejércitos y la tecnología.
El agua, los territorios y las personas que habitamos en ellos y debemos entender que andamos de paso y debemos cuidarlos y cuidarnos, son los asuntos de siempre que retomamos con rabia, con dolor, con convicción, con la certeza de que ya no podemos esperar más nada y a más nadie para construir el mundo que nos cobije y merezca, libres y conscientes.

PROGRAMA #218: Crisis climática, resistencias y construcciones

La fase actual del sistema capitalista se expresa avanzando fuertemente sobre los territorios que quedan en busca de saquear lo que la mirada imperial considera recursos, pero esa lógica del despojo encuentra hoy en la Argentina y como nunca antes a comunidades organizadas y dispuestas a la batalla.

El largo camino de las asambleas socioambientales y de cada colectiva resistente en defensa de una montaña, un río, un monte, una porción de mar o una especie amenazada, se levanta hoy no solamente en una actitud defensiva ante la agresión sino como alternativa vital a la barbarie.

La crisis climática, los desastres continuos y constantes en nombre del progreso y el desarrollo que no hacen más que empujar a las mayorías a una existencia miserable, son postales evidentes que dan sustento y mejores argumentos a ese racimo de voluntades dispersas que combatían cada una en solitario contra el mal puntual que asolaba a sus terruños.

Pero una nueva subjetivación en torno a estas problemáticas que se repiten y agravan con el visto bueno del poder político de turno gobierne quien gobierne y mande quien mande, dan cuenta del tamaño del oponente pero a la vez descubren la cara del enemigo, el funcionario servil, la lacaya de las corporaciones, el legislador en venta, la reina de la traición.

Por eso iniciamos esta quinta temporada de Después de la Deriva juntando en el aire de La Tribu a compañeras y compañeros que dieron y dan pelea en territorios en pugna: Carolina García desde Mar del Plata y de la Asamblea por un mar libre petroleras, Tomás Camarasa desde Corrientes y como integrante de Defensores del Pastizal y Sebastián Sayago desde Chubut, la provincia que a fines del año pasado volvió a ponerle freno al proyecto minero oficial con una pueblada fantástica.

Sin embargo, de las olas a los incendios y de las marchas a los piquetes, esta multitud de cualquieras que somos vamos comprendiendo que ya no alcanza con esas epopeyas locales y que es necesario expandir el “ya basta” y también multiplicar los horizontes.

Vaya este primer programa de 2022 como una invitación que nos incluye a forzar esos límites para derrotar al modelo y sus cómplices pero también y además para instaurar la construcción de un mañana de igualdad y emancipación que solamente podemos tallar mancomunadamente.