PROGRAMA #124 En torno al campo

¿Qué vemos cuando vemos y qué permanece oculto?

La pregunta así planteada es muy general y puede aplicarse a cada una de nuestras experiencias.

Pero cuando esa experiencia se escapa de lo singular y se vuelve colectiva, cuando se hace vida y comunidad, cuando incide en cómo nos vinculamos con los territorios y qué alcances tiene en nuestra reflexión política, la pregunta acerca de lo visible y lo oculto se vuelve fundamental.

El modo industrial en el que se configuró el agro en Argentina es tanto un ejemplo como un motor fundamental acerca de lo que se muestra y lo que se oculta.

Un modelo agroindustrial que ha digitado en gran medida qué comemos, qué respiramos, dónde y cómo vivimos, pero que sin embargo ha logrado no poner en juego a todos esos elementos.

Un ejemplo claro de ese decir y no decir.

Nos hemos acostumbrado a tapas de periódicos que titulan triunfantes la producción de un montón de toneladas de granos. Se nos propone que seamos meros receptores de esas noticias, sin saber qué significa eso, y vivirlas de manera triunfante sin saber qué ocultan.

El modelo agroindustrial se ha presentado como una tarea que beneficia en mayor o menor medida a todos y a todas, que nos ratifica como supuesto granero del mundo, que da la posibilidad de trabajo aún en un contexto de desocupación creciente y que garantiza el bienestar ambiental si son cumplidas las denominadas buenas prácticas.

Sin embargo, debajo de la alfombra aparecen las oscuridades y la mugre que se evita siquiera mencionar. Trabajadores expulsados de sus tierras o mal pagos, territorios en los que se naturaliza la muerte gradual o la abrupta, maneras de aportar a escenarios de desnutrición o subnutrición, ambientes arrasados que sólo conocen un presente explotado, dependencias crecientes, controles intensos, lógicas empresariales extendidas.

Es cierto que la mera visibilización no implica ni la solución de los problemas ni tampoco la disminución de las angustias. Sin embargo, su reconocimiento sí significa una primera instancia política y colectiva para revertir, imaginar y avanzar hacia alternativas.

En este programa número 124 de Después de la Deriva nos meteremos en aquellos aspectos que no suelen ser visibilizados del denominado modelo agroindustrial. Elementos que no sólo no aparecen en las portadas de los grandes medios de comunicación, sino que incluso han logrado permanecer invisibles en las percepciones de los pobladores urbanos y rurales, como así también de muchas organizaciones sociales y movimientos territoriales.

Hoy en La Tribu suspenderemos por un momento tantas toneladas producidas, para ver qué es lo que hay detrás de tanto ruido y de tanta publicidad y trataremos de afilar el ojo y los demás sentidos para agitar la denuncia, cuestionar el modelo e imaginar otros modos de habitar este tiempo.

PROGRAMA #123 Bolivia

¿Cuánto de nuestra posición política tiene su arraigo en nuestra trayectoria personal? ¿Cuánto de lo que pensamos pasó primero por nuestro cuerpo, nuestras emociones? Desde que se desataron los últimos sucesos en Bolivia hay discusiones en varios ámbitos en torno a si fue o no un golpe cívico militar. Como si en esta definición se saldara una postura, como si la caracterización del proceso quedara a la cola de su etiqueta.

La imagen de esa mujer asumiendo la presidencia, Biblia en mano, el estado de terror instaurado después no deja duda de que más allá de si la definición cabe o no en «golpe», quienes ocupan hoy el Estado en Bolivia están lejísimos del mundo que soñamos y son el enemigo.Cómo se llegó a esto?Qué pasaba antes con Evo? Puede un campesino indígena del TIPNIS que vio sus tierras arrasadas, que sufrió la prepotencia de punteros del MAS afirmar que en Bolivia se vivía una democracia plena?Y criticar las prácticas del masismo hoy, implica legitimar a Camacho con su biblia y discurso racista?

Quiénes hacemos después de la Deriva venimos discutiendo encendidamente estás cuestiones y quizás nuestro mayor punto de acuerdo fue pensar que tenemos que ir más allá de las dicotomías: Evo sí o no, Golpe sí o no, para tratar de ahondar en esas complejidades que habitan las realidades.

En busca de voces que nos ayuden a comprender encontramos el Parlamento de Mujeres, el espacio convocado por el colectivo Mujeres Creando que se llevó adelante en La Paz, a escasos metros de las balaceras y la represión cotidiana. Allí encontramos voces que no responden a intereses ajenos ni que buscaban representar a nadie y que salen del binarismo impuesto.También hallamos algo de luz en textos de Raúl Zibechi, de Raquel Gutiérrez Aguilar y de la propia María Galindo de Mujeres Creando.Con la sola finalidad de aportar más herramientas para seguir pensando y haciendo un mundo más igualitario y emancipado de todo poder, vaya está deriva para acompañar a quienes contra toda comodidad, le están poniendo el cuerpo en pensar verdaderamente una salida que incluya a todes en las hermanas tierras del altiplano.

PROGRAMA #122 Chile

Se habla poco y mal acerca de Chile. En los sectores hegemónicos porque la revuelta viene a desmoronar el modelo del mejor ejemplo del neoliberalismo latinoamericano y en aquellos que tienen sus credos partidarios ya que les genera vértigo la falta de conductores y representantes de una ciudadanía harta y dispuesta a experimentar de qué se trata la posibilidad de tomar la vida en sus manos.

Más sencillo es poner el marco formateado de la izquierda y la derecha, elegir candidatos, dirimir entre propios y ajenos aunque sean tan parecidos, lidiar con el fantasma de la injerencia imperial extranjera, o estar en guardia ante la renacida amenaza del Golpe de Estado.
Pero para quienes integramos Después de la Deriva hablar de Chile es referir a un acontecimiento que interpela nuestras convicciones más movilizantes acerca de los modos de organización horizontal y por abajo para cuestionar la farsa del sistema democrático y pensar desde el cuerpo todo aquello que es necesario cambiar de raíz.
Tal vez sea por ese eco familiar a nuestro diciembre de 2001, quizá porque creemos fervientemente en esos encuentros donde las personas asumen el compromiso de forzar el presente y proyectarlo al futuro, seguramente a partir de que en Chile aparece tan clara y cristalinamente que la dictadura no terminó, que el sistema se asienta en una noria violenta y desigual, que allí no hay partido que pueda maquillar de normalidad el descalabro.
Esta noche en La Tribu vamos a tratar de visitar ese escenario incierto y embriagador donde las muchedumbres parecen decididas a sacudirse las pesadas herencias de un pasado sangriento y oscuro para conjugar otro tiempo  que habla las lenguas de la tierra y se atreve a balbucear muy distintas nociones de participación e igualdad ya sea en asambleas, plazas o cabildos que son el verdadero escenario de la política.

Concientes de que se trata de un camino largo e intrincado que no ofrece  soluciones mágicas ni respuestas instantáneas, trataremos de dotar de ideas y palabras una travesía que se desenvuelve del otro lado de los Andes y que queremos acompañar con la sensación de que allí alumbra otra posibilidad contra la barbarie capitalista y su macabro juego de lo dado y lo posible.

PROGRAMA #121 Chubut en lucha

Comprender situaciones distantes obliga a un diálogo activo, interpelante. Y ese diálogo fundamental es aún más importante cuando las voces que hablan viven en aquellos territorios y realidades.

En el programa de hoy abordaremos el escenario plural y diverso que ofrece la provincia de Chubut, tratando de recuperar algunas de sus principales aristas, luchas, búsquedas, deseos y necesidades.

“No queremos ser más zona de sacrificio” dice la Asamblea en Defensa del Territorio de Puerto Madryn en un comunicado. Y luego agrega: “Lo que pasa en Chubut no es muy distinto de lo que pasa en todo el territorio desde que la lógica capitalista se instaló por estos lados”.

En el documento, la asamblea pone el acento en la tríada desalojo, usurpación, hacinamiento. Una tríada que tiene historia y presente. Desalojos de quienes habitaban originariamente las tierras en consonancia con la concentración de enormes extensiones latifundistas. En el devenir aparecen nombres propios como Benetton y extractivismos asociados a las ovejas, al petróleo y a la pesca, con innumerables desastres ambientales, sociales y económicos.

A su vez, la asamblea muestra los cambios recientes de la actividad agrícola en el valle que “tiende cada vez más a la agroindustria, con utilización de agrotóxicos y fertilizantes químicos, que hacen que cada vez sea más riesgoso el consumo de agua del río Chubut; a lo cual se suma la contaminación de los feedlot y los desechos cloacales.”

En ese listado de negociados que se multiplican, la Asamblea en Defensa del Territorio de Puerto Madryn agrega la siembra de pinos en la cordillera, también el turismo, por supuesto el fracking, y luego la actividad minera; y luego los molinos eólicos. Un listado que nunca termina.

Pero un listado que también tiene resistencias. Una multiplicidad de asambleas a través de la provincia. Y la resistencia de los jóvenes mapuches tehuelches , con su búsqueda histórica y visibilizada por los grandes medios de comunicación sólo a partir de la desaparición y muerte de Santiago Maldonado. Y también la lucha docente que impuso una agenda

nacional cuando sólo se pedía silencio y tranquilidad desde los candidatos de las elecciones presidenciales.

En esta Deriva 121 nos asomaremos a las múltiples problemáticas y resistencias que tiene hoy el paraguas denominado “provincia de Chubut”. Lejos de una agenda partidaria, comienza aquí una forma de señalar las múltiples formas en las que el poder negocia con nuestros territorios y cuerpos, pero también de abrazar las resistencias y las búsquedas de las comunidades.