Asambleas barriales, fábricas recuperadas, bachilleratos populares, huertas orgánicas, movimientos de trabajadores desocupados, corrientes sindicales antiburocráticas, centros culturales, agrupaciones estudiantiles independientes, emprendimientos autogestionados, publicaciones políticas, colectivos docentes, ollas populares, encuentros autónomos, radios comunitarias, y tantas alternativas más, son sólo algunas de las innumerables experiencias que dan nombres a la acción rebelde de nuestros días.

Con sus defectos y sus virtudes, con sus fracasos y sus conquistas, todas han decidido que el destino colectivo puede estar en nuestras manos. Han mostrado que no es imprescindible mirar al Estado para aspirar a que las cosas cambien, que no necesario someterse a la lógica vertical de los partidos políticos para poder actuar junto a otrxs, que la igualdad no es una mera declaración sino que puede verificarse en nuestras prácticas de todos los días.

Varias de estas experiencias llevan muchos años, otras son más recientes. Todas ellas se ha constituido en su diversidad, muy celosas de procurase sus propias reglas de funcionamiento y sus métodos de lucha, atentas a no recaer en viejas prácticas dogmáticas. Mantienen sus espacios activos con un enorme esfuerzo, porque constatan que es muy difícil sobrellevar la continuidad y el entusiasmo militante frente a una realidad que los bombardea a diario.

En este séptimo programa de Después de la deriva queremos reflexionar sobre estas experiencias, porque la tensión entre su voluntad emancipadora y sus limitaciones encuadra gran parte de nuestras preocupaciones. Nos preguntamos si es posible sostener estas luchas en su multiplicidad y fragmentación, o si debemos aspirar a construir algo en común que las enlace. Y si consideráramos que esto fuera deseable, ¿en qué consistiría ese lazo “común”? ¿Es posible que los logros trasciendan los ámbitos específicos de esas prácticas o están destinados sólo a sobrevivir en sus pequeños espacios de emergencia?

Estas y muchas otras preguntas animan el programa de hoy. Pensar juntos el sentido colectivo de estas alternativas rebeldes, tanto por su fuerza emancipadora como por sus complicaciones y dificultades, merece que le robemos al sueño unos cuantos minutos de esta madrugada.

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