PROGRAMA #71 La Tormenta

Hoy nos convoca una TORMENTA, pero muy distinta a la que esgrime el macrismo para justificar su bestial política de ajuste y miseria. Se trata, una vez más, de un desafío del zapatismo que dicen ver en el horizonte una catástrofe en todos los sentidos, una Tormenta que se alimenta en el interior del capitalismo, y fieles a su estilo abren la discusión al resto de los mortales preguntándoles qué ven ellos, cómo analizan esa tormenta y qué formas de enfrentarla proponen.

En esa línea John Holloway organizó un seminario durante el año 2016 titulado LA TORMENTA en el que se desarrollan no solo sus posiciones sino la de los otros participantes.

Queremos abrir un intercambio de pensamientos alrededor de 3 cuestiones fundamentales que sostiene Holloway. La primera es que nosotros, los explotados por el capitalismo somos parte y causa de la tormenta que soporta el capitalismo mundializado. El asalariado parece estar en el corazón mismo de la crisis del capitalismo ¿de qué manera?

Una segunda idea es que hay dos formas de luchar contra la hidra capitalista: una ordinaria  y otra extraordinaria.  ¿En qué consiste este carácter de extraordinario de la lucha? ¿Qué lazos, si los hay, la ligan con las luchas ordinarias? ¿Lo extraordinario es sinónimo de una nueva lucha política revolucionaria?

Y la trercera  cuestión, quizás no presentada de manera plenamente explícita, responde a la pregunta  de cómo y en donde sostener un pensamiento nuevo respecto a la necesidad de un nuevo sujeto con capacidad de romper con este sistema.

Apenas un poquito menos de una hora para empezar a derivar por estas y muchas otras cosas que no nos dejan reposar tranquilos

PROGRAMA #70 La lucha de lxs trabajadorxs de Telam

Ella cree que van a volver y todo será otra vez como antes, mientras él asegura que el espejo del deseo donde quiere percibirse queda más lejos en tiempo y espacio. Y una compañera se levanta, se enciende y quema y otro le aleja las brasas por temor al incendio. Y la abraza contra su pecho.

Una agita su puño verde, otra elige un color diferente que se funde y multiplica en esa marea y aquel anda con la aguja en el bolsillo, recogiendo los retazos, las hilachas del arco iris desde donde propone urdir de nuevo la trama.

La mujer torbellino agita a su paso desordenando lo establecido, el compañero pide orden, un bebé berrea y otra voz solamente avista el vaso medio vacío, pero, finalmente, cada quien halla su lugar en la bandera, en la lágrima, en la rabia, en la asamblea.

Yo me paralizo de miedo ante el despojo, el odio, la barbarie, cuando una mano tierna y firme a la vez, me rescata del abismo, me devuelve al camino.

El poeta escribió aquello de no nos une el amor sino el espanto y claro que el enemigo, poderoso y hediondo, nos amontona contra el rincón, pero a esta altura, 80 días después de la masacre, ya no se trata de eso.

En Télam, en las calles y contra cada mate, balbuceamos un nosotras, un nosotros, que nos colma de sentido, que nos enseña el alcance más hondo de una pelea colectiva donde nos permitimos re-conocernos y palpar orgullosamente todo aquello que estamos ganando.

 

PROGRAMA #69 Recuerdos del futuro

Imágenes de saqueos, audios con la voz de Macri y de fondo un helicóptero, notas sobre clubes de trueque, el “fantasma” de 2001 recorre las calles de norte a sur del país, recibido con terror por muchas y muchos, con expectativa por otras y otros.

Pararse en uno u otro lugar tiene que ver con la mirada sobre aquellas jornadas, definidas por nosotros como acontecimiento, ese momento en el que aparece algo nuevo, tal vez indescifrable aún.

2001 con sus potencias y sus límites, 2001 como crisis económica, como oportunidad, como cuna de autogestión, como demanda de la clase media por el corralito, como jornadas con decenas de muertos.

¿Qué quisiéramos pensar hoy sobre 2001? Y, fundamentalmente, ¿para qué quisiéramos hacerlo? ¿qué sesgo anticapitalista se puede rastrear de entonces? ¿qué sobrevivió y se potenció hasta hoy?

A pesar de que no creemos en respuestas que puedan anticiparse a los hechos, ubicarnos hoy en nuestra realidad económica, política y social desde lo que 2001 pudo haber alumbrado y ocultado nos parece una oportunidad para, esta media noche, asomar la mirada y el pensamiento, más allá de lo que los medios masivos nos quieren permitir.

PROGRAMA #68 El Zapatismo en una nueva encrucijada

En agosto pasado la Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional elaboró un extenso documento en tres profusas entregas donde despliega una toma de posición hacia adentro y hacia afuera de su gesta política que desde hace casi 25 años alumbró en Chiapas una nueva subjetividad que podemos presentar como un nuevo despertar político destinado a toda la humanidad, a cualquiera.

La proclama zapatista se ocupa críticamente de la situación mexicana, fustiga al socialdemócrata Manuel López Obrador, ungido en presidente del país en las elecciones de julio último, luego de haber tomado fallida parte en la contienda como parte del Congreso Nacional Indígena.

¿Fue la primera participación en la política de arriba un síntoma de los problemas que aquejan al zapatismo? ¿La postura intransigente sobre el mandatario que asumirá el 1 de diciembre es también una señal contra la lógica del mal menor?

Pero, más allá de lo electoral, la comandancia del EZLN expresa su persistencia en el tipo de pelea que despliega cuando afirma “Nosotros seguimos caminando con dos pies: la rebeldía y la resistencia, el no y el sí; el no al sistema y el sí a nuestra autonomía, que quiere decir que tenemos que construir nuestro propio camino hacia la vida”.

Y, al mismo tiempo, observa las limitaciones de ese andar al señalar “Nos vamos a quedar solos, nos van a decir que somos marginales, que estamos quedándonos fuera de la gran revolución… de la cuarta transformación o de la nueva religión (o como quieran llamarla), y vamos a tener que remar contra corriente otra vez. Pero no es nada nuevo, para nosotros y nosotras, eso de quedarnos solos”.

Entonces, en la Deriva de esta noche queremos pensar junto a todos los que nos escuchan, justamente esta cuestión, pero con plena conciencia que ahí se concentra un arduo problema que a todos nos atraviesa, a nuestro colectivo también, y que salir airoso será un trabajo conjunto y de años, pero que quizás ya no podemos seguir postergando y menos ignorarlo.

PROGRAMA #67 Huelga de inquilinos

Mientras el horizonte político actual parece ceñirse a golpes de ajustes, recortes, tarifazos e impacto inflacionario, esta medianoche vamos a proponernos hablar del presente a partir de una experiencia que tiene más de 110 años de ocurrida.

La huelga de inquilinos, desatada en los conventillos de la zona sur de la capital porteña y multiplicada en otras barriadas argentinas, fue una medida de acción directa que tuvo un componente de clase y una forma de organización que se nos ocurre como inspiración para asumir las crisis de hoy.

Por eso, sin detenernos en la mera anécdota de aquella lucha con enorme protagonismo inmigrante, obrero y femenino, en Después de la Deriva queremos desentrañar algunas señas de aquella epopeya para intervenir en el hoy.

¿Qué podemos inventar para golpear al sistema y sus lógicas? ¿Cuáles son los modos de organización capaces de poner en jaque a quienes sostienen la desigualdad y las jerarquías? ¿Será el lugar de la víctima el único sitio desde donde pueden irrumpir resistencias? ¿Hay modo de asumir la política sin resignarse a las normas de los representantes y sus leyes?

Aquel espejo de inicios del siglo pasado, como el de la Guerra del Agua en Bolivia o las ramificaciones y enseñanzas de nuestra epopeya dosmilunera, son acontecimientos que nos convidan a la aventura de seguir pensando y poniendo en acto las maneras de zarpar con miras al futuro.