La noche del 26 al 27 de septiembre de hace 8 años el Estado mexicano desaparecía a 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.

Desde entonces el grito de «No estamos todos, nos faltan 43» recorrió el mundo y, sin embargo, todavía se desconoce con exactitud qué pasó esa noche, dónde están, quién se los llevo y que hicieron con ellos

.La desgarradora figura del desaparecido en méxico no sólo aplica para los normalista de ayotzi, se estima que hay 100 mil  personas más buscadas en todo el país por sus familias, amigos,aunque no así por el Estado, sea cual sea su color político.

En Argentina, aunque con un número ciertamente inferior, también conocemos la figura de las y los desaparecidos en democracia y si algunas noches atrás nos animamos a preguntarnos qué es la democracia, hoy recuperamos tanto en méxico como aquí la idea de que estos Gobiernos que administran el capital están lejos de velar por los intereses comunes

.En solidaridad con las y los familiares de Ayotzi y con todo el pueblo mexicano, pero también comprendiendo que esa gesto no se trata de compasión sino de rebeldía, vaya esta nueva deriva para poner a disposición de las luchas los micrófonos, pero también para tejer esos puentes que nos permitan construir -abajo y a la izquierda- un mundo donde no nos desaparezcan, nos maten, nos envenene, un mundo donde sea posible la vida.

Descargar