PROGRAMA #215: 19 Y 20 a dos décadas

Hablar de 2001 en Después de la Deriva es cultivar la lengua que procuramos habitar cada martes y no porque los resultados de aquella revuelta sean triunfales y le sigan marcando el pulso a la vida de los pueblos.
Hablar de 2001 es tender puentes entre las ideas que ardieron en esas calles y el mundo brutal y desigual que la gestión del capital sostiene por la vía democrática.
Hablar de 2001 es acercar a las noches de La Tribu una apuesta contra la representación, contra quienes trabajan de funcionarios y políticas, contra la desigualdad como pílar de la sociedad.
Hablar de 2001 es reponer el acontecimiento, la acción, la fiesta, el desborde y el interrogante porque de lo posible, de lo posible ya se sabe demasiado.
Hablar de 2001 es despreciar con fuerza a los afiches sonrientes, a cada candidatura, a los que mandan para que otros obedezcan, a la esperanza como religión, a la fe como pacientes.
Hablar de 2001 funciona como santo y seña que nos coloca en otras calles, ya no tan masivas, ya no encendidas, pero conservando unas huellas que aguardan por nuevos pasos, por otros desafíos.
Hablar de 2001 es asumir que la grieta existe y es entre aquellos y aquellas que viven de la prebenda y el pillaje y los y las cualquieras que no dejamos de soñar a partir de esos aprendizajes de adoquín y grito.
Hablar de 2001 significa asamblea, remite a horizontalidad, nos reparte la palabra y la rabia, se multiplica en cada grupo que resistiendo inventa que al buscar, encuentra que hay que seguir preguntando.
Hablar de 2001 no es negar la crisis que el sistema nos aplica con el mismo rigor que el gatillo fácil, es advertir que de ese tembladeral podemos salir bailando.
Hablar de 2001 es también entender todo lo que nos faltó y las carencias que nos pueblan, pero también nos enseña que la necesaria organización debe esquivar el molde burocrático que la acecha y desplegarse, siempre, abajo y a la izquierda.
A dos décadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, las fechas que sintetizan rebelión y oportunidad, celebramos poder juntar lo que nos queda de fuerza y de razón para seguir sintiéndonos vivos y en la senda donde encontrarnos a hacer lo que soñamos.

PROGRAMA #214 Chile: más allá de lo electoral, la revuelta continúa

La revuelta en Chile y sus consignas capaces de interpelar un sistema político y las raíces de la violencia estatal pero también de proponer otras formas de organizarnos para la existencia por fuera de la representación y la jerarquía, se sostiene latente aunque los procesos institucionales y electorales amenazan con cercarle los pasos.

La necesidad de arrancarse las normativas heredadas de la dictadura pinochetista que se mantuvieron intactas durante el período denominado democrático, convive tensamente con la inventiva colectiva desplegada en cabildos, asambleas y encuentros donde se balbucean otras maneras de dar vuelta esa taba.

Entre el marco legal y formal aparentemente necesario para un mientras tanto y las nuevas formas de tejernos en las fronteras de un modelo que no deja de dar señales de su carácter injusto y saqueador, nos invitamos a pensarnos con compañeras y compañeros más allá de las supuestas barreras de los territorios y sus banderas.

Entonces y mientras la sociedad chilena trajina una supuesta normalización que incluyó una constituyente y una primera vuelta electoral cuyo resultado definitivo se conocerá el próximo 19 de diciembre entre un candidato de la derecha más rancia y otro del espectro progresista, abrimos una vez más los micrófonos de La Tribu para charlar entre estos cualquiera que somos.

Y entre las expectativas, los dolores, las deudas y el empeño por modificar la situación, sentimos que al hablar de Chile hablamos de esas personas que aquí o allá nos debatimos por hallar una salida diferente a la encrucijada que impone el orden devastador del capital y que se expresa a través de sus gestores.

Con Karin Berlien Araos, doctora en ciencias económicas, directiva en la Universidad de Valparaíso e integrante del Foro de las Economías Transformadoras; con Mario Sobarzo, filósofo, docente e integrante de Editorial Quimantú; y con Irene Jara, activista chilena en redes que se tienden desde la Wallmapu del sur del país; compartimos diagnósticos y expectativas sin fronteras.

A días del vigésimo aniversario de nuestra revuelta de 2001 que asoma como referencia y también como señal del modo en que la estatilidad sabe recomponerse y devorar la novedad, en Después de la Deriva no dejamos de preguntar y preguntarnos acerca de estos andares que piensan, sueñan y hacen en torno a un cambio profundo que nos ponga en el sendero de la emancipación.

PROGRAMA #213 Animarnos a “Pensar sin Estado”

La tentación de la estatalidad como escenario mediador y conciliador a conquistar se nos aparece como una ficción y, más bien, lo consideramos un entramado de la gestión del capital que busca sostener, expandir y perpetuar una lógica jerárquica y colonialista.

Sostener estas nociones responden a una suma de factores, algunos de ellos empíricos, como el proceso que eclosionó el 19 y 20 de diciembre de 2001 pero que se fue macerando antes y se ramificó después; y otras se fundan en aportes al pensamiento como el que supo regalar el historiador Ignacio Lewkowicz con varios escritos, entre ellos, el fundamental “Pensar sin Estado”.

En busca de recuperar esas ideas que tomamos y traerlas al presente no como pieza de museo sino como invitación a nuevas y mejores aventuras por la emancipación que nos debemos, desde los micrófonos de La Tribu nos regalamos el encuentro compañero con la psicóloga Alejandra Grego y con el historiador Pablo Hupert.

Ella como parte de los grupos de estudio de Lewkowicz y él como discípulo de aquellas apuestas que profundizó en libros como “El Estado posnacional” y “Esto no es una institución”, nos ayudan a reflexionar en torno a las nuevas formas con las que el poder pretende organizarse desde arriba, a las dificultades que atraviesa en tiempos de crisis recurrentes, a la fugacidad de su entramado y a los modos que debemos transitar para tratar de construir un orden social muy otro.

Camino a las dos décadas de aquellas jornadas acontecimientales y no para dar cuenta de un aniversario sin carne, sin barro, ni piel; celebramos poder hallar estas voces que siguen interpelando a este tiempo brutal e injusto que se solaza con las ínfimas porciones de lo posible que el sistema aún arroja como prenda.

En Después de la Deriva, en cambio, queremos que estas palabras de fuegos que arden, incendian e iluminan, sigan convocando a esas reuniones diversas donde nos sentimos capaces de sentirnos nosotras, nosotros, nosotres.

PROGRAMA #212: «La emancipación de lxs trabajadorxs será obra de lxs trabajadorxs»

En Después de la Deriva rechazamos la idea de que «el trabajo» dignifica, básicamente porque pensamos el trabajo como aquello que hacemos en función no de su producción, sino de la remuneración.

Pero, mal que nos pese, el trabajo es una parte esencial de la vida dentro del sistema capitalista y hacer que la tarea sea más o menos pesada y con una retribución que permita algo más que la subsistencia depende, en gran medida, de la capacidad de les trabajadores de organizarse, de su fuerza de lucha.
 
Varias formas de organización atravesaron la denominada historia del movimiento obrero y de ellas quizás es la experiencia anarquista la que más fuertemente expresó -y todavía expresa- una lucha por las condiciones del presente pero con las miras puestas en el mañana, un mañana libre de explotación.
 
A 120 años de  fundación de la Federación Obrera Argentina, renombrada años después como Federación Obrera Regional Argentina (FORA), a 100 años de la Patagonia trágica y a 20 años de 2001, esta noche conversamos con una compañera y un compañero de la federación a quienes invitamos con la excusa del relanzamiento digital de su órgano de difusión: Organización Obrera.
 
Y decimos excusa porque en realidad el diálogo profundo sobre cómo pensarnos como trabajadoras y trabajadores, cómo organizarnos y cómo trascender la mirada de conciliación de clases en función del capital -propuesta por la mayoría de los sindicatos actuales- es siempre necesario, aunque muchas veces sea pospuesto por las  injusticias urgentes que nos acechan.
 
Vaya esta deriva como un pequeño aporte para ir pensando -o repensando-, esos caminos hacia la emancipación en los que podamos aprender de las luchas pasadas, para no comenzar de cero cada vez, e irnos reinventando con el pulso del presente.

PROGRAMA #211 Luchas y resistencias de los pueblos Mapuche

El pueblo mapuche, una vasta y diversa comunidad que resiste y lucha habitando la inmensidad patagónica, funciona hoy –a ambos lados de los Andes- como un singular sujeto político del que todos los sectores pretenden sacar rédito para beneficio personal.

La amenaza armada, la comparsa estatal, el racismo criminal, el proyecto separacionista, la tentación del diálogo y la inclusión, la potencia cultural, el avance extractivista, la sombra de lo ancestral, la injusticia como regla, los fallos judiciales que detienen atropellos, la represión, la mesa del acuerdo para tragar sapos sin sacar los pies del plato, son sucesos posibles y aplicables al mundo mapuche en estos últimos años.

Semejante panorama, parcial y resumido, permite dar cuenta de lo complejo y variado que alcanza a esa población que navega entre la marginación y la integración, dos evidentes situaciones que se agitan bajo la batuta del aparato del Estado.

Para intentar comprender ese escenario donde las deudas y las urgencias acechan en busca de saldar o maquillar el despojo, charlamos con Moira Millán, una voz que habita estos dos mundos en pugna y que da pelea, además, como parte del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir.

Atravesados por la coyuntura también nos encontramos con Luisa Quijada, referente de la comunidad con ese apellido, que logró por la vía judicial que el pomposo country Arelauquen debiera devolverle el acceso para ingresar a su territorio tras un atropello que avergüenza a la especie humana.

Estas voces y nuestras inquietudes que volcamos los martes por la noche en el aire de La Tribu conforman un abanico posible para comprender las muchas visiones que el pueblo mapuche tiene sobre la realidad que trajina y, desde allí, tomar una posición lejos del reduccionismo, la romantización y la caricatura.

Ideas y experiencias que abrazamos en Después de la Deriva para reafirmar tanto las dificultades que nos cercan como las certezas que sostenemos acerca de lo imprescindible que resulta postular la igualdad, arrancarnos el lastre del capitalismo y sus herramientas patriarcales y jerárquicas que esparce como norma desde sus estados democráticos.