El zapatismo, expresión del accionar civil del Ejército Zapatista de Liberación que irrumpió en la escena mundial el 1 de enero de 1994, sale de recorrida planetaria y así vuelve a agitar las agrias y grises estructuras de la política.

Con su siempre embriagante mezcla de epopeya y poética, de hacer y decir, de pensar y encarnar, la denominada gira zapatista que surca el Atlántico rumbo a Europa es otro gesto internacionalista y de rebeldía global que demuestra -una vez más- la posibilidad de un obrar diferente, la decisión de romper los moldes, el ejercicio de llevarlo a cabo colectivamente y destinarlo a quien quiera tomarlo.

A bordo de La Montaña, el Escuadrón 421 integrado por siete personas de la comunidades originarias que son parte del movimiento, es la primera avanzada marítima que desde el sureste mexicano sale al encuentro de otras luchas con la clara premisa que el capitalismo es el sistema de muerte que debe ser cambiado de raíz, sin anestesia ni maquillajes.

Para contarnos cómo se vive desde las bases de apoyo urbanas mexicanas esta nueva travesía zapatista, esta noche acercamos a los micrófonos de La Tribu la palabra del sociólogo Raúl Romero, un académico, divulgador y militante de la causa quien aporta nuevas señas y señales del presente de una organización que desnudó los paradigmas del mundo imperial desplegando en Chiapas un puñado de consignas que aquí resumiremos en la frase “Para todos todo”.

Así, cuando México dice atravesar su primer gobierno progresista en años y el zapatismo parecía replegado a su actividad de base junto al Congreso Nacional Indígena, esta propuesta sacude y parte aguas, burla las restricciones pandémicas, invita a la aventura, destruye los límites de lo realizable e instaura un nuevo tiempo que deberemos saber construir mancomunadamente.

En “Después de la Deriva”, que lleva cuatro temporadas navegando contracorriente, nos sumamos a este tour internacionalista donde la única meta es hacer ese mundo de iguales donde quepan muchos mundos.

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