Mientras en las tapas de los diarios y en los prime-time de radios y televisión los debates giran en torno a las vacunas contra el coronavirus o la posibilidad de encontrar salidas y soluciones milagrosas frente a la pandemia, desde febrero de este año una serie de incendios azota al delta del Paraná.

Pero más allá de la acción concreta de quien haya, literalmente, «prendido la mecha» un entramado de intereses ganaderos, inmobiliarios y productivos están detrás de este fuego, que no sólo arrasa flora y fauna sino que genera un humo que afecta a los pobladores y poblaciones vecinas.

Si bien la real magnitud del impacto de estos incendios se conocerá con el tiempo, en Después de la Deriva dialogamos con compañeras y compañeros que nos contaron de sus consecuencias actuales, de razones que les dieron lugar y de las respuestas colectivas que se van generando.

Ratificamos entonces que, aunque cada problemática tiene sus particularidades, con desencadenantes y efectos propios, es el modelo extractivista lo que, en todas sus aristas, provoca el agotamiento de aguas, suelos, animales, plantas y seres humanos con el afán de la obtención de mayor riqueza para distribuir entre los pocos mismo de siempre.

Convencidxs de que la respuesta es tan colectiva como radical, vaya otra Deriva en busca de horizontes que nos permitan vislumbrar la posibilidad de un mañana más justo e igualitario.

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