¿Pueden las personas mayores ser el nuevo sujeto revolucionario, como otrora se pensaban a los trabajadores?

La pregunta, que en principio puede sonar descabellada, para nosotres tiene una respuesta y es que sí, que claro, que por qué no. Que las personas mayores, que les niñes, que los pueblos originarios, que les compesines, que les trabajadores, que cualquiera.

Esta noche En Después de la Deriva visitamos la experiencia de una organización de personas jubiladas que decidieron organizarse en forma horizontal y asamblearia y que, aunque integran una mesa nacional en la que demandan al Estado mejores condiciones para la subsistencia, tienen un horizonte más lejano, más ambicioso.

Movidos por ideas anarquistas y autónomas este grupo al que conocimos debatiendo cuestiones en torno a la construcción por fuera del Estado y los partidos políticos, hace de la acción directa su bandera, cuestiona la representación y se propone generar junto a trabajadores en actividad y al resto de la sociedad una unidad en la lucha que sabe expresarse en cada movilización como pudo ser la de la oposición al 2X1, las marchas por Santiago Maldonado, contra el gatillo fácil, entre otras.

Dispuestas y dispuestos a acompañar y aprender de cada recorrido que busca la emancipación, vaya otra Deriva donde la escucha y el intercambio de ideas sean un pequeño  aporte a la construcción de otra humanidad.

 

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