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Este 12 y 13 de mayo se dieron unas jornadas fundamentales en Tucumán para comprender gran parte de lo que están sufriendo nuestras comunidades a lo largo y algo de nuestro territorio. Convocadxs por el abrazo al Aconquija. Organizado por la Universidad Nacional de Tucumán diferentes pueblos y comunidades hablaron en primera persona tanto de los padecimientos de mega proyectos como de las resistencias. Representantes de Tucumán, Catamarca, La Rioja, Jujuy y de Salta fueron señalando los efectos que están teniendo los proyectos de mega minería, de litio o de agro negocios sobre sus territorios, sus cuerpos, sus autonomías.

Fueron así entretejiéndose de diferentes maneras distintos elementos fundamentales como la importancia de escuchar, la necesidad de repensar estrategias, la forma en como se están multiplicando las zonas de sacrificio, la necesidad de poner fin a diagnósticos de proyectos que llevan mas de tres décadas, del modo en el cual se reorganiza el poder para establecer nuevas promesas como en el caso del litio y la transición energética y también y principalmente el desafío de articular resistencias entre diferentes voces, entre diferentes escalas, entre diferentes proyectos.

Va un abrazo del colectivo Después de la Deriva a estas comunidades que cotidianamente ponen la búsqueda por el bien común y por la defensa de la salud y los territorios.

“Decir no es empezar a pensar”, frase que David Viñas fue capaz de arrojar desde las pantallas de televisión y que Martín Ulacia, uno de nuestros invitados de esta noche, utiliza como primera expresión del prólogo de su inminente libro “No fue no-crónica del Chubutazo”, nos sirve para echar a rodar la edición 227 de este espacio.

Tratando de poner un pie en la coyuntura sin abandonar ideas que, justamente, son acusadas de anidar en ramas muy otras que aquellas de la vida real y concreta, esta vez compartimos la agenda de arriba porque el gobierno lanzó la “Mesa Nacional sobre Minería Abierta a la Comunidad”, un nuevo artilugio por buscarle licencia social al extractivismo y frente al que organizaciones partidarias que se pintan de verde como Jóvenes por el Clima y Eco House, acudieron prestas.

Mientras se sentaban la misma mesa del poder, que comparten y sostienen, las fuerzas estatales avanzaron sobre la comunidad catamarqueña de Choya que resiste al proyecto MARA y el ejecutivo chubutense condecoró a dos protagonistas de la represión a la revuelta popular de fin de año: el comisario inspector Martín Pedraza y al comisario Javier Lefipán al cumplirse medio siglo de la infantería provincial.

A falta de voces oficiales que despreciamos porque en Después de la Deriva no le damos micrófono a funcionarias y funcionarios, esta noche y además del autor de “No fue no”, charlaremos con Fabricio Cardelli de Radio La Namunkurá quien participó en Guatemala de la Cumbre de los Pueblos Afectados por Pan American Silver, la minera canadiense que se beneficiaba con la zonificación que el pueblo de Chubut revirtió en la calles en diciembre último.

Otros testimonios como el de Ana Chayle de la Asamblea El Algarrobo los de compañeras de la comunidad cordobesa Kilampá, que nos arrima Vanda Ianovsky en viaje, exhiben el juego liberador entre la resistencia y la construcción que los pueblos venimos ejercitando en un camino de exploración de la igualdad y la liberación capaz de hacer añicos la farsa del que nos dicen es el único camino posible.

Contacto libro: nofueno.libro@gmail.com

Al mismo tiempo que vamos buscando voces compañeras que alisten la trama capaz de encontrarnos, en ese andar sostenemos ideas y prácticas que nos ponen en veredas opuestas de otras personas y movimientos.

Se trata de un tránsito lógico y consecuente en el que nos hermanamos con quienes vibran en nuestra sintonía y, por el contrario, descartamos las políticas de aquellas personas que eligen fórmulas ligadas a la representación, la jerarquía y la estatalidad que, para nosotras y nosotros son los modos con los que el capitalismo patriarcal reproduce sus lógicas.

Y allí poco importa si las propuestas vienen desde la izquierda o se vociferan desde una aparente comunión amistosa que toma formas horizontales y místicas en algunos planos pero luego se estrellan entre las patas de las mesas de dirigentes o funcionarios.

En esa tensión dramática viajamos a Colombia a reencontrar a Vilma Almedra y Manuel Rozental, par de agudos y consecuentes militantes territoriales que en su página de Pueblos en Camino publicaron “El fracaso de la izquierda frente al COVID”, un incendiario texto de Toby Green y Thomas Fazi que desnuda ese agujero negro donde palabras y prácticas quedan atrapadas en la trampa del modelo.

Pero a partir de ese escrito, Manuel y Vilma además trazan las coordenadas urgentes de un ideario y una acción sobre un planeta y sus habitantes que ya no puede esperar a tiempos mejores, a transitar el mientras tanto, a resolver la correlación de fuerzas.

Y como contracara extractamos unas intervenciones recogidas en el Segundo Encuentro Nacional de la Red de Intercambio Técnico con la Economía Popular en Córdoba donde Juan Grabois y Gustavo Grobocopatel se mostraron como idéntica cara de una misma moneda.

Lejos de querer regodearnos en esta grieta entre el mundo igualitario que queremos construir y la noria clientelar de convivencia y connivencia que es lo dado, en Después de la Deriva nos afirmamos en el camino más largo y difícil, ese donde está todo por hacerse, por intentar y por inventar y que no se resigna a ese posible del que se sabe demasiado y tiene gusto a nada.

Mucho antes que un programa de radio, Después de la Deriva se asume como un espacio para el intercambio de ideas y experiencias que nos permitan, sin más, cambiar este mundo de mierda.

Y en eso andamos desde 2017 en La Tribu, abriendo puertas y ventanas para aprender a espiar las apuestas que puedan darnos herramientas y vivencias con las que romper este sistema injusto, bestial, suicida.

La visita a las diversas maneras de organización y de pensamiento que las resistencias adquieren aquí y allá son un tema central para quienes sostenemos este lugar entre estallidos y denuncias varias y muy lentamente aprendemos y compartimos esas señales que refieren a otras formas de construcción colectiva y horizontal por fuera de las instituciones y sus normas subjetivizantes.

En este andar resulta natural acceder a esta “Convocatoria en las postrimerías del contrapoder”, un primer documento abierto a la lectura y la re-escritura que, según sus propios postulados busca “analizar cuáles serían, hoy en día, las posibles pistas para comprender y actuar en la complejidad de nuestras diversas situaciones. Es decir, cómo comenzar a salir de la impotencia frente a los graves problemas y desafíos que se nos presentan a una velocidad inusitada”.

Miguel Benasayag, Florencia Carbajal, Salvador Schavelzon y Ariel Pennisi, tres de las personas impulsoras del texto cuyos colectivos firmantes son Malgré Tout desde Europa y A Pesar De Todo desde América Latina, están esta noche aquí para repasar algunos de los asuntos planteados y convidar a un intercambio que, además, tendrá una instancia presencial el próximo sábado desde las 20 en Sala de Máquinas de Lavalle 1145.

El escrito convida a “repensar la cuestión de las prácticas de resistencia, contrapoder e invención de otros modos de percibir y vivir” a partir de 11 ejes: Complejidad y compromiso, Actuar, No Actuar, La tecnología, El arte, El cuerpo, Desterritorialización y modelización, Lo común, El poder, Situación y Atacar defendiendo-Defender atacando.

Con que una porción de esos problemas y sus posibles antídotos a explorar queden bosquejados en una hora de radio, se explica nuestra presencia militante de este lado de los micrófonos porque es la manera que tenemos de “seguir siendo”, de tratar de aportar a que estemos Después de la Deriva.

LINK al documento.

https://www.rededitorial.com.ar/pdf/convocatoria_en_las_postrimerias_del_contrapoder.pdf

Según las estadísticas oficiales hay en Argentina unos 5.000 basurales a cielo abierto . Cinco mil lugares con montañas que llegan a una altura similar a las sierras del sistema de Tandil.  Cinco mil territorios donde el aire, el suelo y el agua están contaminados seguro al menos por la existencia de estos basurales.

María Inés Roldan, una vecina de González Catán, nos cuenta que en su territorio además del basural a cielo abierto también hay cuatro cementerios, una cárcel, una fábrica de amianto y un cementerio de autos de la policía.

En otras latitudes, los basurales probablemente estén acompañados de fábricas que vierten sus residuos tóxicos a los cauces de agua, mosquitos que pasan fumigando campos, etc. etc. etc.

La particularidad de esta temática es que nadie niega que se trata de un problema, el propio Estado reconoce su efecto contaminante y, sin embargo, nadie hace nada -o al menos lo que se hace es insuficiente- y las y los vecinos mueren de enfermedades que ni siquiera se diagnostican.

En otra parte de la Provincia de Buenos Aires, el Gobierno avanza con la idea de instalar un reactor de energía nuclear de origen chino y asambleas de vecinas y vecinos de Trelew, Valcheta, La Rioja, San Miguel de Tucumán, Zárate, Mar del Plata realizarán entre el 22 al 30 de abril actividades locales para rechazar ese proyecto y toda la política nuclear del Estado y a nivel país se convocó a una Marcha Plurinacional Antinuclear para el 23 de abril.

Estas problemáticas, aparentemente inconexas, tienen una matriz común: son producto de la acumulación del capital que, de forma cada vez más clara, se presenta como incompatible con la vida.

En Después de la Deriva entendemos la complejidad de la realidad, no se trata de pensar en salvar una especie sino a la humanidad toda, cada vez más cerca de su extinción.

Para qué necesitamos la energía si no tendremos agua, aire, si los suelos estarán contaminados, es una pregunta que también corresponde hacerse, y de manera urgente. La idea de que el capitalismo puede volverse «verde» parece improbable porque aún asumiendo que si no se reinventa el planeta deja existir, la contradicción entre sus fines y sus medios es tan grande que esta vez no podrá resolverlo. Es hora de poner en marcha otro mundo, de lo contrario, ya no habrá mundo por cambiar.