Ni el año electoral, ni las venganzas políticas alcanzan a explicar honda y claramente la dramática situación que vive la población jujeña desde hace semanas.

Sobre la superficie de las apetencias personales, el desprecio y la especulación partidaria, el poder provincial avanza en reformas de fondo y forma que no solamente derrumban la golpeada estructura organizativa social sino que buscan, fundamentalmente, crear el escenario propicio para el saqueo en ciernes.

Tras el deslumbramiento del desarrollo y el progreso que dicen engañosamente se esconde tras la extracción del litio, las comunidades originarias ven amenazado su territorio, su memoria, su existencia misma.

Esa combinación de factores armó un combo explosivo donde cada cual atiende su juego entre el oportunismo, la revancha, el negocio, el despojo y la rabia y con la infaltable y salvaje represión estatal haciendo gala de su poder de fuego.

Difícil y en vano sería detenernos a repasar la historia reciente de la provincia pero no puede desconocerse la potencia de las organizaciones de base jujeñas en los últimos 20 años para explicar su protagonismo contra el menemismo, la mecha encendida desde allí que devino en diciembre de 2001 y la poderosa estructura para-estatal de la Tupac Amaru durante el apogeo kirchnerista.

Aquellas expresiones cuyas cabezas visibles bien pueden portar los nombres propios de Carlos “Perro” Santillán y Milagro Sala, exhiben dos posibles y contrapuestos caminos de un entramado complejo donde el rol de las comunidades también reconoció luces y sombras.

Sin embargo y tras la fiebre del litio, esos matices continúan aflorando entre quienes pretender ver una vía de crecimiento en clave nacional que acarrea zonas de sacrificio y una oposición férrea a toda forma de seguir poniendo en jaque la vida.

Con las dificultades que acarrea la distancia, esta noche en Después de la Deriva proponemos un rompecabezas de voces posibles que sean capaces de configurar las aristas que para quienes sostenemos este espacio son las más importantes, en cualquier contexto, en cualquier geografía: luchar por la emancipación, ejercer la igualdad y forjar comunidades que elijan y sostengan cómo quieren vivir. Y a eso, seguimos apostando.

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