La lucha de las mujeres excede largamente la agenda del feminismo estatal o el de las influencers de redes sociales que solamente habitan la corrección política y la inclusión como moda, como un juego o como un mero problema de uso y disposición de letras.

Muy por el contrario, esta noche escucharemos historias en tiempo actual de mujeres que dan batallas por la dignidad, a contrapelo del calendario oficial y demostrando el peso de las urgencias que denuncian las lacerantes desigualdades sociales que el capitalismo y la democracia regalan en una fórmula criminal.

Por un lado las voces y vivencias de algunas de las integrantes del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir que retomaron una modalidad de acción directa y visibilización a tres años de haber ocupado el Ministerio del Interior para esta vez tomar la sede del Banco Central en el centro porteño.

Por el otro, la palabra de Cynthia quien desde el barrio La Resistencia en Merlo, en el oeste del conurbano bonaerense, es parte de las 400 familias que ocuparon un predio vacío a la vera de la ruta 1001 y fueron reprimidas por la policía bonaerense en la madrugada del sábado pasado.

La pelea por la tierra y su buen uso –para habitar, para pasar por allí, para generar en armonía con ella los alimentos necesarios- también pueblan los dichos de Marta Maffei en un encuentro del Programa de Alimentación Sana y Saludable desde Gualeguaychú donde quedan al descubierto las limitaciones del modelo y el abismo entre las buenas intenciones y el plan real y concreto que domina el tablero.

Ojalá que este crisol de declaraciones que son diferentes y la misma a la vez, nos ayuden a escuchar-nos, a comprender la lengua de una necesidad pero, además, de una apuesta que grita por la justicia y por la verdad, unos valores que también se pondrán en acto en la Festiferia Viva de Libre Intercambio que el 3 de diciembre se realizará en el Espacio Corazón del Tiempo que presentamos esta noche en Después de la Deriva.

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