Recién llegados desde Catamarca, quienes integramos el colectivo que desde mayo de 2017 propone este programa de radio por La Tribu, estamos tan agotados como felices.

Haber sido parte del grupo impulsor del viaje a las comunidades en lucha de Andalgalá y Choya contra los proyectos extractivistas de minería a cielo abierto fue una experiencia política muy potente y significativa, para aquellas personas que encaramos las travesías desde distintas geografías del país y también para las asambleas y pobladores de esas localidades catamarqueñas.

Y la vocación de encontrarnos venciendo las distancias y hacerlo desde una organización horizontal, participativa y en permanente comunicación con los activismos locales fue el modo de juntar voluntades en la coyuntura pero, también y más valiosamente, animarnos a mirar al mañana desde un prisma común.

Ver de cerca las peleas cotidianas contra los poderes políticos, estatales, económicos y judiciales que promueven la profundización del proyecto Minera Agua Rica Alumbrera (MARA), significó hallar compas que se juegan la vida por la vida, que necesitan apoyo, que enseñan dignidad, en un cúmulo de fuerzas diversas que hallaron su centro.

En un mundo cada vez más utilitario y miserable, la apuesta fue, es y sigue siendo encontrarnos para refundar el concepto vital de la comunidad, para asir de nuevo las enseñanzas de los pueblos originarios, para hacer carne que no hay afuera, que nadie se salva sola o solo, que el espíritu libre y creativo de las asambleas de 2001 no se extinguió en los pasillos posibilismo estatal ni en la gestión más o menos fructífera de especialistas de turno.

Ir a Choya y a Andalgalá, poner en circulación la palabra, el cuerpo y la belleza gracias artistas que regalaron sus músicas en el Primer Festival de los Pueblos Puentes de Agua, implicó un gesto que debe ser recreado cada día para emprender en todos los rincones la aventura de escoger la manera en que nos merecemos transitar la existencia.

“Mi memoria son tus ojos/y tus ojos son mi paz/mi paz es la de los otros/y no sé si la querrán. Esos otros y nosotros/y los otros muchos más/todos somos una patria/patria es humanidad”, escribió, entre otras estrofas, el poeta uruguayo Mario Benedetti en una musical poesía capaz de plasmar el pensamiento y la frase de su colega cubano José Martí que en enero de 1895 postuló: “Patria es Humanidad”.

Sobre ese horizonte vasto, variado y disperso, apostamos a que ese hilo universal que nos abraza como especie en peligro vuelva a atravesarnos para reunirnos, para ponernos en posición de tomar la vida en nuestras manos y volvernos mejores porque estamos y hacemos juntas, juntos, juntes. Para eso en Después de la Deriva nos movemos y queremos creer que ya no podrán detenernos.

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