A 20 años de su aparición en la escena política boliviana y más allá de la poderosa figura de la comunicadora y escritora paceña María Galindo, la colectiva Mujeres Creando es una experiencia organizativa feminista que, a contrapelo de otras experiencias continentales, se mantiene por fuera de las estructuras estatales y partidarias.
Autodefinida como una formación anarquista, en su seno se combinan las actividades ideológicas, formativas y también productivas lo que le otorga un carácter orgullosamente heterogéneo y autónomo según la presenta Julieta Ortega.
En la casa que la agrupación denomina La Virgen de los Deseos y en charla con la compañera Vanda Ianowski que anduvo militando y conociendo el singular entramado social que habita la Bolivia activa y consciente, nos asomamos a un grupo de los más particulares y potentes del país.
“La marca de origen de Mujeres Creando está en el enfrentamiento con el discurso neoliberal de las ONG’s en torno a la igualdad y también por una fuerte crítica a ‘la izquierda’ boliviana que consideraba a las mujeres ‘como apoyo logístico, como mano de obra gratuita, como botín sexual, como masa que opera las movilizaciones pero que no cuenta’”, se presenta esta asociación de cuño feminista.
En sus dos décadas de caminar, el espacio instauró, además, el Parlamento de Mujeres como un sitio que fue capaz de romper la polarización de posiciones entre la intención del MAS de Evo Morales de perpetuarse en el poder y la asonada golpista que hizo que Jeanine Áñez asumiera la presidencia durante el año que fue de noviembre de 2019 a igual mes de 2020.
Con su Radio Deseo como parlante y difusor y la firme convicción de que, como dice Julieta, “Mujeres Creando no es una personería jurídica, no es una institución sino una construcción simbólica”, esta charla nos permite adentrarnos en una práctica llena de particularidades locales pero capaz de entregar señales posibles para darle cuerpo a la posibilidad de resistir y construir.
Desde estas mujeres y disidencias bolivianas que en un mismo acto destruyen el cuento oficial del estado plurinacional y señalan la honda persistencia patriarcal de la existencia en el mundo capitalista, en Después de la Deriva volvemos a celebrar el enorme aporte de Vanda Ianowski para seguir conociendo ese mundo diverso que pugna por inventarse un mañana.
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