Luz, cámara y, sobre todo acción. Esta noche el cine pensado y usado como foco político es asunto para presentar y charlar aquello que el sistema oculta y archiva pero que la persistencia del documento cinematográfico coloca en pantalla para, al mismo tiempo, preservar y hacer renacer.

Hoy en La Tribu nos visitan Patricio Escobar y Lucía Casado, integrante del colectivo Silbando Bembas, quienes por estos días salen a mostrar respectivamente sus nuevas y valiosas películas: “Bufones de la risastencia” y “La Sesenta-Crónicas de una lucha obrera”.

En charla con este par de compañeres aparece claramente la noción del cine como herramienta para otra subjetivación y cómo su uso libre y popular sirve también para empujar causas, mostrar ejemplos, narrar procesos invisibilizados o denunciar las miserias de la lógica imperante y a sus responsables.

Mientras Silbando Bembas cuenta la lucha gremial de trabajadores de la línea de colectivos 60 contra la explotación patronal, la inacción del Ministerio de Trabajo y la burocracia de su sindicato de referencia, la Unión Tranviarios Automotor; el filme de Escobar rescata la figura del bufón y su presencia histórica para potenciar desde el humor la necesidad de aquellos personajes capaces de burlar la aparente normalidad, de violentar la norma.

Así y mientras la industria audiovisual local agoniza otra vez entre los laberintos de la rueda estatal de leyes, falta de fondos y políticas brumosas, acercamos dos ejemplos de muchos de los que deciden asumir el riesgo de enfrentar a la realidad con otro lente y echar a rodar la experiencia.

En Después de la Deriva apagamos las luces que encandilan e impiden ver e invitamos a un martes de película donde afilamos las miradas que nos permitan moldear las formas del mundo criminal que rechazamos y, en cambio, iluminar ese futuro de iguales que nos urge construir.

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