Este es el último programa del año. Desde el colectivo de Después de la Deriva transitamos estos momentos con incertidumbres, temores, necesidades, urgencias pero también, a pesar de los pesares, con un puñado de certezas. Una de ellas, sin dudas, es la confianza de que las comunidades en los territorios pueden contruir mundos ditintos al que cotidianamente se nos ofrece. Mundos en los que quepan muchos mundos. Mundos en los que la Naturaleza no sea algo a explotar o a poner en venta, sino eso que somos y nos constituye. Mundos en el que las comunidades elijan quienes desean ser. En este programa número 312 de Después de la Deriva escucharemos a compañeras de todo el país cuyo caminar en este año no solo nos ha acompañado sino que cuando la bruma lo invade todo, nos han hecho siempre de faro. En Jujuy y en Río Negro. En la Rioja, Tierra del Fuego y Catamarca. Podrían haber sido más, muchas más. Por eso, por todo eso, es que nos embarcamos con profundo agradecimiento y esperanza en este último programa del año de Después de la Deriva.
PROGRAMA #311 Imaginando por dónde hallar la salida junto a Martin Kohan
PROGRAMA #310 Red de plantas saludables por el buen vivir
La brutal realidad argentina, vomitando reacción a décadas de frustraciones y construcciones políticas marcadas desde arriba por algún dedo mágico, pretende invitarnos a la quietud, a la resignación. Y sin embargo esta noche aquí hablaremos acerca de la cada vez más imprescindible apuesta a la construcción de comunidad autónoma, horizontal y por abajo.
Para ello recibimos en los estudios de La Tribu a compas de la Red de Plantas Saludables por el Buen Vivir, un colectivo nómada que sostiene prácticas que fomentan la autogestión en torno a esas especies que, afirman y sostienen con conocimiento de causa, “aprendemos y nos nutrimos”.
Una organización autogestiva y con perspectiva de género, dividida en dos nodos, ejerce el cuidado de lo común, toda una postura en tiempos donde la orgía del capital que sólo ve recursos a explotar parece vivir un inédito momento de apogeo popular, tanto como el alborozo en torno a la miseria a crecer y la represión por venir, por pelear.
Escucharnos e impulsarnos en este contexto es responder también a la criminal avanzada de la democracia capitalista sobre las comunidades y el territorio de Río Negro donde una ley sancionada por los legisladores habilita un paquete minero-extractivista que enciende nuevas resistencias, otros lazos, más rebeldías.
Y con la misma fuerza y alegría nos convida a vernos el próximo domingo en La Usina Mutual Cultural de Barracas donde con el reestreno del documental “Qué democracia”, de Artó Cine, y la música de Chango Spasiuk, estaremos abrazando el proyecto autónomo de la Biblioteca Popular Tupac Amaru de Castelar Sur.
En busca de potenciar esa necesidad de sentirnos menos a la intemperie aportamos en la apertura de este programa 310 de “Después de la Deriva” uno de los comunicados que el zapatismo ha puesto a girar en estos últimos días.
“Este comunicado tiene sólo la intención de decirles que la autonomía zapatista sigue y avanza, que pensamos que estará así mejor para los pueblos, comunidades, parajes, barrios, colonias, ejidos y rancherías donde viven, es decir, luchan las bases de apoyo zapatistas. Y que ha sido su decisión de ellos, tomando en cuenta sus ideas y propuestas, sus críticas y autocríticas.
También, como se irá viendo, es que esta nueva etapa de la autonomía se hace para enfrentar lo peor de la Hidra, su bestialidad más infame y su locura destructiva. Sus guerras e invasiones empresariales y militares.
No existen para nosotros fronteras ni geografías lejanas. Todo lo que pasa en cualquier rincón del planeta, nos afecta e incumbe, nos preocupa y duele. En la medida de nuestras muy pequeñas fuerzas, apoyaremos a seres humanos en desgracia sin importar su color, raza, nacionalidad, creencia, ideología y lengua. Aunque no sepamos muchos idiomas ni entendamos muchas culturas y modos, sabemos comprender el sufrimiento, el dolor, la pena, y la digna rabia que provoca el sistema.
Sabemos leer y escuchar a los corazones hermanos. Seguiremos tratando de aprender de ellos, de sus historias y de sus luchas. No sólo porque hemos padecido eso por siglos enteros y sabemos lo que es. También y sobre todo porque, como desde hace 30 años, nuestra lucha es por la vida.
Seguramente hemos cometido muchos errores en todos estos años. De seguro haremos más en los siguientes 120 años. Pero NO nos rendiremos, NO cambiaremos de camino, NO nos venderemos. Siempre estaremos revisando con mirada crítica nuestra lucha, sus tiempos y modos.
Siempre estarán nuestra mirada, nuestro oído, nuestra cabeza y nuestro corazón, dispuestos a aprender de otros que, aunque diferentes en muchas cosas, tienen nuestras mismas preocupaciones y semejantes anhelos de democracia, libertad y justicia.
Y siempre buscaremos lo mejor para nuestros pueblos y para las comunidades hermanas.
Somos, pues, zapatistas.
Mientras haya al menos un, una, unoa zapatista en cualquier rincón del planeta, resistiremos en rebeldía, es decir, lucharemos”.
PROGRAMA #309: «Democracia contra Democracia (o la política contra lo político)”
A menos de una semana de la asunción de Javier Milei como nuevo presidente argentino se nos hizo necesario volver a conversar con Miguel Mazzeo, escritor, historiador y doctor en ciencias sociales, todos saberes que sabe poner al servicio de la organización de las causas y luchas populares militando en los movimientos de trabajadores desocupados y siendo parte, en su momento, del Frente Popular Darío Santillán.
Dialogar con Mazzeo nos ayuda a poner en perspectiva la debacle que nos trajo hasta Milei en una pendiente donde la democracia como expresión popular ya venía siendo castigada y recortada por la lógica del mercado capitalista.
¿Es posible señalar entonces que el triunfo electoral de la ultraderecha en el país resume el tránsito de 40 años de institucionalidad democrática? Tras las gestas populares dosmiluneras
¿en qué momento resignamos esas potencias de base para creer que la política solamente se hacía y se sostenía en los pasillos del Estado y la burocracia partidaria? ¿Cómo fue que aquel quiebre sistémico fue devorado por el modelo de representación y hoy llegamos hasta aceptar que nos roben el término libertario y el cantito del “que se vayan todxs”?
Buena parte de esas inquietudes que buscan y precisan de más y mejores preguntas para superar la encrucijada sin volver a recurrir a las mismas recetas gastadas podrán leerse en breve en el libro «Democracia contra Democracia (o la política contra lo político)” que nuestro entrevistado de esta noche publicará en los próximos días.
«En síntesis, la democracia argentina a partir de diciembre de 1983 se constituyó sobre la negación de la democracia como autodeterminación y autogobierno popular. Cerró los caminos a la experimentación popular y a la política como gobierno común de lo común. Edificó sus condiciones a partir de la desmoralización y la impotencia popular. Suprimió, por vías coactivas o ‘consensuadas’, todo conato de iniciativa política autónoma de las y los de abajo. Paralelamente no contrarrestó (o lo hizo excepcionalmente) y, en general, contribuyó abiertamente a afianzar el poder de las fracciones más concentradas del capital, locales o extranjeras”, resume Mazzeo en un fragmento de la publicación de Muchos Mundos Ediciones.
En “Después de la Deriva” compartimos el diagnóstico y lamentamos sus consecuencias al mismo tiempo que seguimos apostando por esa construcción de una comunidad capaz de ejercer la igualdad y amasar la cada vez más imprescindible liberación del modelo de opresión y saqueo que encarna el capitalismo.