PROGRAMA #92 ¿Que es la cultura de lo popular?

Las nociones de pueblo y popular contienen en sí mismas la trampa de hacer que todos demos por supuesto de qué estamos hablando cuando las utilizamos, pero atentos a ese engaño latente hoy queremos poder espiar algunos de sus pliegues a partir de la cultura.

No se trata, claro está, de hallar una definición unívoca, pero sí de hallar la lengua que mejor nos satisface para que nuestros enunciados tengan la consistencia que anhelamos.

Y para procurar despejar el camino, el arte siempre es bienvenido y las señas del tango, la literatura y la canción criolla nos aportan sus sellos locales en busca de tratar de averiguar cómo se cultivan los géneros de fuerte carga identitaria ante tan escasa vidriera mediática y si hay un público, una población dispuesta a recibir esas propuestas.

Poder pensar colectivamente estas inquietudes quizás nos lleve por aguas torrentosas y nos habilite a ver de qué manera se construye una memoria popular, qué valor le otorgamos a la cultura que se forja en las entrañas de nuestra historia y de qué manera proyectamos ese pertenencia como canto y como grito de rabiosa esperanza.

En Después de la Deriva proponemos este viaje que tal vez, si sale bien, coloque en entredicho muchos de los supuestos dados que construyen una subjetividad mansa y conforme y, a lo mejor, nos regale una partitura que nos convide a dar unos nuevos pasos en busca mundo igualitario y diverso que queremos poner a sonar.

PROGRAMA #91 Cine y violencia institucional

Cuando las luces se apagan, el cine prende luces que son señales, signos, marcas para tratar de ver mejor y más lejos. En estos días en salas de Buenos Aires coinciden dos filmes, “La Feliz” y “¿Quién mató a mi hermano?”, que hacen foco en la violencia institucional y en el histórico rol del Estado en esa lógica.

Mientras “La Feliz”, de Valentín Javier Diment, se ubica en Mar del Plata para ligar el tránsito de la Concentración Nacional Universitaria como corriente política y brazo paraestatal que revive al calor de los actuales tiempos políticos, en “¿Quién mató a mi hermano?” los cineastas Ana Fraile y Lucas Scavino retratan la lucha de familiares y amigos de Luciano Arruga por sostener la denuncia de esa desaparición y crimen estatal en democracia.

Ambas películas nos inspiran y nos ayudan a ponerle imágenes a estas ideas que hace 91 martes sostenemos en las noches de los martes por La Tribu al documentar las prácticas estatales y sus modos de ejercer la violencia más allá del sistema que gestione.

¿Qué mecanismos criminales se sostienen desde el Estado aunque se trate de períodos democráticos o dictatoriales? ¿De qué modos nos organizamos para no quedar a merced de ese aparato al servicio del capital? ¿Por qué si el Estado es una maquinaria semejante que también ha mostrado sus garras en el siglo pasado en el llamado campo socialista sigue siendo considerado un espacio a conquistar políticamente?

Esta velada en Después de la Deriva nos preparamos para tratar de responder esas inquietudes valiéndonos de esos aportes artísticos y militantes que nos ayuden a pensar y a hacer ese futuro que nos resulta cada vez más imperioso.

Programa #90 Subjetividades colectivas más allá de la memoria

Nota: Por una serie de problemas técnicos no contamos con la totalidad de la grabación del programa. Aquí compartimos los audios que fueron parte y el último bloque del mismo. *

 

Movilizarse y movilizarnos cada 24 de marzo puede leerse como un compromiso que se asume de modo individual para que resuene en las calles al multiplicarse y ese ejercicio supera cada año las coyunturas y hasta los escenarios de arriba que no pocas veces procuraron convertir ese encuentro en un acto oficial o en un vano intento reconciliador.

Más que claro que para quienes hacemos Después de la Deriva el territorio de la memoria no está afincado en los sucesos criminales del Estado terrorista de los 70 sino que es un espacio vivo, vital y de denuncia de la violencia estatal que no se ha detenido de acuerdo a qué sistema de gobierno impera.

Pero, más aún, desde este programa creemos que el asunto de la memoria y de las violencias del sistema se enfrentan sin respiros y también obligan a una reflexión acerca de lo que muestra y de lo que oculta esa convocatoria si se la piensa como limitante, como una pared, como mera proclama previsible, como celebración de lo malo conocido.

Por eso y esquivando aquello que por establecido pierde filo y perspectiva, entendemos a la violencia estatal como parte indisoluble del capitalismo y apostamos a las resignificaciones colectivas que son capaces de darle cuerpo y alas a lo que algunos preferirían congelar.

¿Por qué son las marchas de repudio al último golpe de Estado un escenario que convida a agruparnos y resignificar lo colectivo? ¿Cuánto cuesta y cuánto vale ocupar esos lugares para ir más allá de la consigna esperable? ¿Es la cultura una herramienta que abre espacios que las lógicas de la representación prefieren reducir a lo dado?

Esta noche en La Tribu trataremos de compartir un par de experiencias que abrazan otros modos de relacionarse y expresarse y que hallan en la multitud un lugar de referencia y pertenencia para inventar esos mundos que laten abajo y a la izquierda.

*Audios

1_ Mariano Pacheco sobre la memoria y el memorialismo (extracto del programa #46 de Después de la Deriva)

2_Raul Cerdeiras sobre la doctrina de los Derechos Humanos (extracto del programa #46 de Después de la Deriva)

3_ “Canto en la rama” de Leda Valladares interpretado por Ciertas Petunias, integrantes del Colectivo Biblioteca al paso Artigas, quienes participaron del programa.

4_ Vanesa Orieta sobre las desapariciones forzadas en democracia (extracto del programa #16 de Después de la Deriva)

5_ Ultimo Bloque del programa #90

6_ “Juguemos en el bosque” performance realizada en el ENM en Chaco por el Colectivo Fin de un mundo, quienes participaron del programa.

 

PROGRAMA #89 Salud Comunitaria

Abandonadas a su suerte por el Estado debieron tomar en sus manos la organización de espacios que les permitieran acceder a garantizarse la salud. En ese devenir se conocieron y re conocieron capaces de autogestionar herramientas que suelen estar en manos de otros y la libertad de ese ejercicio cambio su subjetividad para siempre.

Esta noche en Después de la Deriva queremos compartir la experiencia de salud comunitaria de la Red de Socorristas Mamá Cultiva y Tekopora, organizaciones que nacidas al calor de una necesidad supieron construir otra práctica de salud que hoy las trasciende.

Aunque inmersas en esas luchas por leyes antipunitivistas, las compañeras no ven en las normas el horizonte de sus luchas, sino más bien sólo un piso mínimo sobre el que construir sus autonomías.

Qué implica la salud comunitaria, autónoma o autogestiva? Qué caminos nos lleva a recorrer? Cómo se tensiona construir autónomamente con exigir al Estado? Son caminos paralelos?

Con el deseo de que estas experiencias nos marquen un camino y desborden, transitamos una nueva Deriva sabiendo de las tormentas que azotan y esperando llegar a buen puerto.

PROGRAMA #88 En torno a lo común

Las postales de masividad en torno a las ideas igualitarias que nos animan parecen un sueño, una ilusión, y aunque la memoria colectiva va de nuestro 2001 a la plaza Tahrir, de la Guerra del Agua a Grecia y se multiplica con los indignados españoles o con la fecunda experiencia zapatista de un cuarto de siglo, muchas veces sentimos que nuestro aporte a la transformación de la realidad sigue siendo magro.

¿Será la búsqueda de un común que nos reúna el pasaporte a darnos cuenta de cuántos somos y cuál es nuestra capacidad de incidir? ¿Esos puntos de acuerdo deben legarnos una forma de pensar y accionar? ¿Cuáles maneras son posibles de reunirnos en mayor número sin caer en los modelos piramidales y representativos de asumir la política?

Esta noche en la 88va entrega de Después de la Deriva queremos indagar en la necesidad de unos lazos en relación a las ideas y el hacer autonómico para desentrañar si es que allí anida el problema que nos confina al rincón de unas sociedades que se suicidan cada día entre el salavajismo capitalista y la parodia democrática.

Por eso nos preguntamos si muchas de nuestras luchas en defensa de la vida no son meramente de resistencia y por lo tanto no pueden saltar ese cerco, cómo atravesamos procesos políticos de diferente intensidad como el de los progresismos o el de la reacción neoliberal y cuál debe ser el rol que nos cabe en un año de elecciones presidenciales en la Argentina que depara otro binarismo extractivista y de gestión del capital.

Del reconocimiento de nuestras potencias y limitaciones brotan estas inquietudes que cargan con los fracasos de los procesos de liberación del siglo pasado y que todavía no saben o no quieren desplegar ese hilo que sea capaz de reunirnos para asumir la apuesta por querer darlo vuelta todo y que se note rotundamente.