El 16 de septiembre pasado un mosquito fumigador pasó aplicando agrotóxicos a menos de 1000 metros de una escuela en La Lata, partido de Exaltación de la Cruz, un distrito ubicado en el noreste de la provincia de Buenos Aires cuya principal actividad es el agronegocio.
Funcionarios municipales y provinciales lo vieron y después mintieron en sus declaraciones ante la Justicia.
Las vecinas y vecinos que conforman Exaltación Salud les denunciaron, también al fiscal que tiene más de 10 causas por fumigaciones ilegales sin investigar; unos días después ocurrieron otras dos pulverizaciones cercanas a viviendas.
En Entre Ríos, mientras la justicia ratificó la distancia mínima de 1000 metros para fumigaciones terrestre en la localidad de me falta, el Poder Legislativo avanza con la modificación de una Ley para bajar todas las distancias mínimas e incorpora al dron como un “aplicador” manual que puede tirar agrotóxicos al lado de una casa.
En este edición volvemos a hablar de Veneno como política de Estado, pero esta vez en la voz de quienes habitan los territorios: por un lado, Anabel Pomar y Verónica Garri de Exaltación Salud, y por el otro Daniela Verzeñassi, del Foro Ecologista de Paraná y de la Coordinadora Basta es Basta.
De lo micro a lo macro y en sentido inverso escuchamos cómo se legisla, permite e impulsa el modelo del agronegocio, aún sabiendo sus consecuencias sobre la vida humana y los ecosistemas y, pese a lo desolador que parece el presente, rescatamos sus voces como llamas que permiten alumbrar otros modos de habitar este mundo.
Vaya esta Deriva para ellas, para las muchas y muchos que aun en los contextos más adversos se plantan para defender la vida y dar testimonio con sus vidas; sabemos que está difícil, pero quienes hacemos Después de la Deriva queremos seguir andando, buscando las maneras, dándonos permiso para frenar, para llorar cuando lo necesitamos, pero luego continuar porque, como nos enseñaron compas de El Algarrobo en Andalgalá: “Desistir no es una opción”.
Descargar