La saga de programas especiales referidos a las asambleas barriales suma esta noche un capítulo especial ya que Carlos Savransky, docente universitario jubilado y participante en la Asamblea de Villa Urquiza, es autor de un atractivo trabajo destinado a pensar desde el presente la conformación y el alcance de estas expresiones políticas de base.
En un escrito que gentilmente nos compartió tiempo atrás, Carlos recurre a aspectos históricos, del pensamiento, sociales, psicológicos y políticos para aportar a una configuración posible de espacios que han pasado a protagonizar el espacio urbano y que a su modo son parte de la profunda interpelación a un tiempo crítico, de profundos cambios
El ensayo resalta la gestualidad y el accionar asambleario como formas de ejercicio de la democracia directa sin dejar de alertar certeramente acerca de algunas modalidades heredadas de otras prácticas políticas y que, por ejemplo, impiden su funcionamiento por consenso.
Y sobre ese par de situaciones también despliega asuntos ligados a la subjetividad colectiva y la imperiosa necesidad de que sea encarnada –más allá de la gozosa participación práctica- para que el movimiento profundice y complete un cauce a la vez posible e interesante.
En otros puntos del texto enfoca la necesidad de reponer los enclaves barriales como territorios concretos en donde ejercer esa soberanía común y así construir en un solo movimiento otra manera de pensar lo común y sus potencias concretas.
“Si las asambleas se mantienen abiertas a todas las experiencias y situaciones individuales, a la elaboración conjunta, a la escucha del otro y a un pensar colectivos habrá un crecimiento de la conciencia social, de la organización y de la lucha común por un proyecto emancipador”, arriesga Carlos hacia el final de un documento que esta noche tenemos el placer de transitar en Después de la Deriva.
Queremos que estas palabras sean otro insumo valioso para alimentar un movimiento que entre memorias y actualidades se levante como una alternativa comunitaria capaz de hacer y pensar una política capaz de reunirnos, de hacernos estallar.
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