En nuestras últimas emisiones abordamos el problema de las formas actuales de la revolución y pensamos el caso del feminismo atravesado por el problema de las identidades, intentando, como siempre, humildemente y en la medida de lo posible, de correr los ejes re-orientar las discusiones hacia nuevos rumbos… apuntando la proa hacia horizontes inciertos.
Hoy nos asalta una nueva pregunta que no está desconectada de lo anterior: ¿qué está pasando en Catalunya? Lo primero que notamos es que carecemos de un marco de sentido que nos satisfaga a la hora de dar un tratamiento problemático a esta cuestión. Sí, sabemos que está la disputa económica tensionando los intereses de las élites, sabemos la historia y los problemas de los estados autonómicos españoles y no desconocemos el alzamiento de la ultra-derecha y de los nacionalismos en la Unión Europea en general. Pero todo esto cierra el problema muy rápidamente y nosotros queremos abrirlo, desbordarlo, sintomatizarlo y extrapolar lo que pueda enseñarnos para pensar otras realidades, si es que puede…
Hay un primer dato que hace que este tema sea deseable de abordar: la inmensa cantidad de gente que se ha volcado a las calles de forma activa y movilizada. Para quienes andamos buscando siempre los tics de la revolución esto es un llamado de atención, pero nada más que eso por ahora.
Elegimos entonces abordar el problema desde dos aristas: por un lado, la que relaciona las identidades y la política, ¿qué pasa cuando un componente de la sociedad civil, una identidad, desborda la capacidad de los mecanismos estatales de “mantenerla en su lugar”? ¿Es esto lo que sucede allá en este momento? Por otro lado nos interesa pensar los límites y las paradojas de esos mecanismos estatales, puntualmente el problema del voto y su efecto de legitimación: ¿todas las votaciones son iguales? ¿Qué cosas podemos elegir y cuáles no? O peor… ¿Qué cosas eligen los otros mientras creemos hacerlo nosotros? Qué cosas nos hacen elegir.
¿Qué sucede cuando lo que se vota va en contra del aparato mismo que debe garantizar esa votación? ¿Cómo exceder el hecho del voto hacia algo más que el puro mecanismo al cuál se lo ha reducido? El voto es la herramienta principal de legitimación que tienen las democracias modernas, ¿Cómo se implica entonces una votación ilegítima? ¿Hay entonces otros soportes de la legitimidad política más allá de la voluntad de las mayorías? y por último: ¿es lo mismo democracia que constitución? ¿Es compatible la democracia como la conocemos con la autodeterminación de los pueblos?
Entonces esta noche daremos algún contenido a esas preguntas advirtiendo que tomamos lo que nos llega de Catalunya como un disparador para hablar de estos problemas y no cómo especialistas del caso. Problemas que son importantes para ser pensados cuando la marea esta tranquila y también cuando las aguas se agitan, no vaya a ser que se cumpla algo que se dijo una vez, y es que uno de los rasgos de las revoluciones cuando suceden… es que los revolucionarios son los últimos en darse cuenta.
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