Escribimos esta editorial la noche del lunes porque, afortundamente, algunas cosas cambiaron desde que hicimos la entrevista con las compañeras de Andalgala el sábado por la mañana.
Andalgalá, esta localidad de catamarca cuyos habitantes saben de resistencia contra la megaminería, tuvo en estas horas la buena noticia de que gracias a la lucha se liberaron a las compañeras y compañeros que habían sido detenides después del 10 de abril, día que en el que una multitudinaria marcha reclamó frente a las oficinas de Agua Rica que bajen las máquinas del cerro.
La historia de esta lucha en particular comenzó en 2009, cuando se conocieron las primeras noticias sobre el megaemprendimiento minero Agua Rica que derivó en la conformación de la Asamblea El Algarrobo.
Desde entonces, vecinas y vecinos protagonizan una resistencia cuyo relato llegó a Después de la Deriva en las voces de Ana y Gabi, y una ardua pelea judicial que fue descrita por Mariana Katz.
En Aldalgalá saben, por tener en sus cerros ya instalado hace años el yacimiento Bajo Alumbrera, que la megaminería no deja en las comunidades más que pobreza, división y tierra devastada, y por eso no están dispuestos a dejar que Agua Rica se instale.
Y pelean con el cuerpo, con el alma, con las ideas, hasta agotarse, hasta que los viene a buscar la policía de noche como en los años más oscuros de la historia Argentina, pero ahí no se detienen tampoco porque encarcelan a 12 pero protesta todo el pueblo.
“No basta que estén libres nuestros vecinos y vecinas, exigimos justicia para ellos y ellas y que se respete nuestra decisión de vivir libres de la megaminería y que paralicen ya las actividades en Agua Rica”, nos escribe Ana al darnos la noticia de la liberación, preocupada porque se entienda que la lucha sigue y que están dispuestas y dispuestos a darla.
Esta noche en Después de la Deriva, disfrutamos de la felicidad de la pequeña batalla ganada, y nos hacemos eco de esa lucha que continúa, porque son las comunidades quienes deben elegir cómo quieren vivir.
Vaya este programa navegando en aguas turbulentas, con la convicción de sabernos en un mismo grito que las compañeras y compañeros catamarqueños: No pasarán.
Para colaborar con lxs compañerxs y esta lucha deja tu aporte en el siguiente CBU 0110115330011503746383
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