En una semana en donde la propiedad privada, la concentración de la tierra y el accionar de las fuerzas represivas se mostraron en toda su intensidad, la pregunta acerca de cómo vivimos, dónde vivimos y qué relación tenemos con los territorios, se presentó más imprescindible que nunca. Y con ellas, cobró insistencia la necesidad de preguntarnos acerca de lo local y lo global, en un año de aislamiento de muchos asuntos, pero no de los incendios, las fumigaciones y las depredaciones extractivistas.

Y sin embargo, a contramano de esas necesidades, las preguntas por la vivienda, la salud y la alimentación buscaron ser presentadas como problemas secundarios. Derechos fundamentales que fueron rápidamente desintegrados en nombre del orden y una supuesta propiedad privada, en la que los papeles se multiplican y los suelos son más para usarse que para vivir. Pero junto con la agenda marcada y la acción uniforme desde los énclaves del poder, las comunidades reiteran su búsqueda y sus acciones en pos del beneficio colectivo.

En este programa número 168 de Después de la Deriva viajaremos a tres centros urbanos de nuestro país como son Ramallo, San Andrés de Giles y Exaltación de la Cruz. Se trata de un recorrido buscando reconocer tanto lo particular como lo general, conectándonos con las voces y prácticas de compañeras que marcan nuevos caminos y encontrando que más allá de nombres propios y de las diversas formas de dominio, las resistencias están profundamente vivas. Va aquí nuestro abrazo en forma radial a aquellas personas, comunidades y movimientos por abrir los nuevos caminos.

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