Nota: Por una serie de problemas técnicos no contamos con la totalidad de la grabación del programa. Aquí compartimos los audios que fueron parte y el último bloque del mismo. *
Movilizarse y movilizarnos cada 24 de marzo puede leerse como un compromiso que se asume de modo individual para que resuene en las calles al multiplicarse y ese ejercicio supera cada año las coyunturas y hasta los escenarios de arriba que no pocas veces procuraron convertir ese encuentro en un acto oficial o en un vano intento reconciliador.
Más que claro que para quienes hacemos Después de la Deriva el territorio de la memoria no está afincado en los sucesos criminales del Estado terrorista de los 70 sino que es un espacio vivo, vital y de denuncia de la violencia estatal que no se ha detenido de acuerdo a qué sistema de gobierno impera.
Pero, más aún, desde este programa creemos que el asunto de la memoria y de las violencias del sistema se enfrentan sin respiros y también obligan a una reflexión acerca de lo que muestra y de lo que oculta esa convocatoria si se la piensa como limitante, como una pared, como mera proclama previsible, como celebración de lo malo conocido.
Por eso y esquivando aquello que por establecido pierde filo y perspectiva, entendemos a la violencia estatal como parte indisoluble del capitalismo y apostamos a las resignificaciones colectivas que son capaces de darle cuerpo y alas a lo que algunos preferirían congelar.
¿Por qué son las marchas de repudio al último golpe de Estado un escenario que convida a agruparnos y resignificar lo colectivo? ¿Cuánto cuesta y cuánto vale ocupar esos lugares para ir más allá de la consigna esperable? ¿Es la cultura una herramienta que abre espacios que las lógicas de la representación prefieren reducir a lo dado?
Esta noche en La Tribu trataremos de compartir un par de experiencias que abrazan otros modos de relacionarse y expresarse y que hallan en la multitud un lugar de referencia y pertenencia para inventar esos mundos que laten abajo y a la izquierda.
*Audios
1_ Mariano Pacheco sobre la memoria y el memorialismo (extracto del programa #46 de Después de la Deriva)
2_Raul Cerdeiras sobre la doctrina de los Derechos Humanos (extracto del programa #46 de Después de la Deriva)
3_ “Canto en la rama” de Leda Valladares interpretado por Ciertas Petunias, integrantes del Colectivo Biblioteca al paso Artigas, quienes participaron del programa.
4_ Vanesa Orieta sobre las desapariciones forzadas en democracia (extracto del programa #16 de Después de la Deriva)
5_ Ultimo Bloque del programa #90
6_ “Juguemos en el bosque” performance realizada en el ENM en Chaco por el Colectivo Fin de un mundo, quienes participaron del programa.
Abandonadas a su suerte por el Estado debieron tomar en sus manos la organización de espacios que les permitieran acceder a garantizarse la salud. En ese devenir se conocieron y re conocieron capaces de autogestionar herramientas que suelen estar en manos de otros y la libertad de ese ejercicio cambio su subjetividad para siempre.
Esta noche en Después de la Deriva queremos compartir la experiencia de salud comunitaria de la Red de Socorristas Mamá Cultiva y Tekopora, organizaciones que nacidas al calor de una necesidad supieron construir otra práctica de salud que hoy las trasciende.
Aunque inmersas en esas luchas por leyes antipunitivistas, las compañeras no ven en las normas el horizonte de sus luchas, sino más bien sólo un piso mínimo sobre el que construir sus autonomías.
Qué implica la salud comunitaria, autónoma o autogestiva? Qué caminos nos lleva a recorrer? Cómo se tensiona construir autónomamente con exigir al Estado? Son caminos paralelos?
Con el deseo de que estas experiencias nos marquen un camino y desborden, transitamos una nueva Deriva sabiendo de las tormentas que azotan y esperando llegar a buen puerto.
Las postales de masividad en torno a las ideas igualitarias que nos animan parecen un sueño, una ilusión, y aunque la memoria colectiva va de nuestro 2001 a la plaza Tahrir, de la Guerra del Agua a Grecia y se multiplica con los indignados españoles o con la fecunda experiencia zapatista de un cuarto de siglo, muchas veces sentimos que nuestro aporte a la transformación de la realidad sigue siendo magro.
¿Será la búsqueda de un común que nos reúna el pasaporte a darnos cuenta de cuántos somos y cuál es nuestra capacidad de incidir? ¿Esos puntos de acuerdo deben legarnos una forma de pensar y accionar? ¿Cuáles maneras son posibles de reunirnos en mayor número sin caer en los modelos piramidales y representativos de asumir la política?
Esta noche en la 88va entrega de Después de la Deriva queremos indagar en la necesidad de unos lazos en relación a las ideas y el hacer autonómico para desentrañar si es que allí anida el problema que nos confina al rincón de unas sociedades que se suicidan cada día entre el salavajismo capitalista y la parodia democrática.
Por eso nos preguntamos si muchas de nuestras luchas en defensa de la vida no son meramente de resistencia y por lo tanto no pueden saltar ese cerco, cómo atravesamos procesos políticos de diferente intensidad como el de los progresismos o el de la reacción neoliberal y cuál debe ser el rol que nos cabe en un año de elecciones presidenciales en la Argentina que depara otro binarismo extractivista y de gestión del capital.
Del reconocimiento de nuestras potencias y limitaciones brotan estas inquietudes que cargan con los fracasos de los procesos de liberación del siglo pasado y que todavía no saben o no quieren desplegar ese hilo que sea capaz de reunirnos para asumir la apuesta por querer darlo vuelta todo y que se note rotundamente.
Las asambleas de mujeres, trans, travestis e identidades no binarias se multiplican en espacios de trabajo, barrios, villas, escuelas, clubes, pueblos y derraman cuestionando todo a su paso. Una arenga de múltiples voces y miradas convoca a un paro internacional, una acción prácticamente olvidada de las agendas de la izquierda.
Transversal, polémico, complejo, capaz de llegar a acuerdos los feminismos acumulan fuerza, confrontan, se rompen y se reconstruyen pero generan en esa multiplicidad cuestionamientos profundos a un sistema que sino todos, la gran mayoría considera incuestionable: el capitalismo.
En la misma semana en que se cumple el aniversario 148 del nacimiento de Rosa de Luxemburgo, figura del feminismo que supo poner en jaque a propios y ajenos, y que se convoca al tercer paro internacional de mujeres, desde Después de la Deriva queremos pensar cómo el movimiento feminista interpela a las organizaciones obreras y sindicales, al concepto del trabajo, al salario y a la misma reproducción de la vida.
Poniendo en cuestión la política de arriba, proponiendo organización comunal por fuera de las lógicas estatales, las feministas entrelazan lo público y lo privado, derriban o esfuman límites. Podrán las organizaciones del trabajo asalariado estar a la altura de dar esas discusiones? Podrán las luchas económicas potenciarse a partir de la lucha feminista, reinventarse, generar espacios de encuentro y confluencia?
Dispuestos a bucear en el recorrido histórico de estas tensiones tanto como en el presente, les invitamos a navegar esta noche en busca de aquellos faros que nos permitan llegar a buen puerto.
Si “Después de la Deriva” es una suerte de barco buscando construir su destino en medio de aguas que bajan turbias, era inevitable emprender el viaje que haremos esta noche a través de las islas del Delta.
“Tenemos que ir tan lejos para estar acá” escribió y cantó Charly García y algo de eso nos pasa muchas veces a la hora de las travesías que de tanto querer mirar más lejos, ignoran aquello que se desliza por delante de nuestras narices.
Por eso ponemos proa a esa proción de tierras y aguas que detrás de la postal turística o la escapada urbana es una reserva de vida necesaria para ese sitio específico pero también para la ciudad que la ignora.
Y visitando ese lugar descubrimos un territorio de 14 mil kilómetros cuadrados que es cuna de diversidades, pero también de resistencias, de luchas por el territorio, de otra batalla palmo a palmo contra el capital, la propiedad y el lucro.
Hoy en La Tribu trataremos de abarcar esa geografía que pelea por su salvaje y benéfica libertad sin por ello saltearnos preguntas que van desde la agenda natural a las formas de organización.
¿Por qué es tan esencial la defensa de los humedales? ¿Cómo avanza la propiedad privada sobre el Delta? ¿Qué maneras colectivas aparecen para detener el atropello? ¿De qué modo conviven los isleros con los que llegan para habitar el lugar?
Son interrogantes que laten entre una exuberancia que ya no disimula la tragedia de una región que queremos ayudar a defender de la violencia empresaria y estatal que invisibiliza sus potencias y a sus habitantes.