Más atentos a hacer justicia con nuestras ideas, con las peleas que consideramos necesarias y justas y también con los sueños que definen los contornos de nuestros horizontes que a cumplir con dos compas que valoramos y queremos y que acaban de sacar un libro compartido, hoy hablaremos en torno a “Veneno”.
Se trata del primer libro conjunto donde Paula Blois y Guillermo Folguera desentrañan los cambios en la manera de producir alimentos y su impacto en quienes los consumimos como núcleo de una investigación consecuente y de una toma de posición frente al estudio realizado para así determinar cómo el uso de agrotóxicos nos coloca en la posición de ingerir venenos.
El volumen, que es documento y manifiesto, denuncia e imán, alarma y punto de encuentro, pone de manifiesto una de las consecuencias más dramáticas de las políticas extractivistas cuyo apogeo lleva más de tres décadas en el país.
En ese período y más específicamente en el segmento alimentario, el extractivismo ha cumplido con variables de standard criminal al no solamente no multiplicar el acceso a la comida sino disminuir su calidad alimentaria hasta incluir el veneno en su manufactura.
Desde su salida y presentación en abril pasado en la última edición de la Feria del Libro, “Veneno” ha caminado y camina por espacios de buena parte del país en una experiencia que no busca el rédito comercial sino la finalidad de buscar lugares de encuentro y resistencia.
En esos espacios, “Veneno” escucha y lleva una palabra sensible, valiente y despertadora, esa que hacemos nuestra y que queremos multiplicar a partir de este necesario trabajo de Guille y Paula que hoy celebramos en casa propia, en Después de la Deriva.
Esta tercera noche enteramente dedicada a la actividad de las asambleas barriales urbanas se concreta atravesada por dos circunstancias igualmente trascendentes: la confirmada capacidad de reunión y movilización de estos espacios y, tal vez por tanto, su carácter de blanco favorito de la salvaje represión sistémica.
En «Después de la Deriva» creemos que esta nueva etapa de la política represiva estatal es un eslabón más de un laboratorio de terror y opresión que la democracia ya vino ensayando en territorios provinciales como Catamarca, Salta y otros de la Patagonia.
La violencia represiva, la utilización de servicios infiltrados y la pata judicial son tres áreas del Estado ahora articuladas a su máximo nivel para avanzar con ese laboratorio del saqueo que gobiernos de distintos signos llevaron adelante en otros lugares en los últimos años.
Más allá de estas certezas y de otras tantas de la política de arriba que explican el arribo de Milei como una etapa superior de un plan opresivo con otro montón de actores necesarios y facilitadores, creemos imperioso pensar las estrategias que potencien las resistencias pero nos quiten del embudo al que nos empujan.
Junto a compas de Olivos, Villa Martelli y La Paternal trataremos de poner en palabras las mejores maneras de seguir tejiendo la organización abajo y a la izquierda que nos permite alumbrar una sociedad emancipada de toda opresión.
La situación mexicana con su narcoestado y la continuidad de un gobierno de apariencia progresista y por tanto inscrito en la lógica del saqueo pero ahora al mando de una mujer, podría suponerse un ideal en comparación con el contexto demencial que atravesamos en Argentina, pero esta noche aquí no caeremos en las trampas del mal menor, de la política de arriba.
Aprovechando la visita de compas de la Red de Solidaridad con Chiapas de Buenos Aires trataremos de reponer una vez más el horizonte que el zapatismo instauró hace ya más de tres décadas y desentrañar cómo esa práctica política de la autonomía resiste al México actual y se inscribe en clave alternativa más allá de las fronteras y los calendarios.
¿Cuál ha sido el resultado del aparente repliegue zapatista hacia el seno del mundo indígena? ¿Qué resultados tuvo la anterior experiencia electoral con una candidata originaria independiente? ¿Cómo repercutió hacia adentro y hacia afuera la primera etapa de la Travesía por la Vida encarada en tiempos de pandemia? ¿De qué modo leer los últimos documentos públicos en los que se reafirma el concepto de la no propiedad?
Son apenas algunos de los interrogantes que la propia impronta irreverente creada por la experiencia zapatista nos regala y que en «Después de la Deriva» queremos seguir cultivando porque creemos que en su estela asoman amaneceres en medio de tanta oscuridad.