El uruguayo Raúl Zibechi, uno de los más lúcidos e inquietos observadores de la realidad desde una perspectiva autónoma y compañera, regresa a este espacio para explicar por qué “el mundo está desbocado”.
La charla, motivada por la salida a nivel local de “El Estado realmente existente. Del Estado de bienestar al Estado para el despojo” que escribió a cuatro manos con el español radicado en Quito Decio Machado, nos permite volver a poner en perspectiva una crítica al ciclo progresista sin perder de vista las dramáticas continuidades de ese proceso.
El libro de los sociólogos, politólogos y periodistas desnuda qué tan amargas eran las mieles de aquel pasado que ahora se añora, quizás por ser colocado frente al violento avance de propuestas de ultraderecha que arrasan conquistas y subjetividades.
Lejos de dejarse encandilar por esas disputas, el militante y viajero advierte que “no se puede seguir haciendo lo mismo que ya fracasó” y lo fundamenta a partir de una certeza inquietante cuando sostiene: “Las formas de acción del pasado ya no son útiles”.
Pero, al mismo tiempo, invita a un ejercicio tan necesario y doloroso cuando postula: “Es un momento para mirarnos al espejo y ver lo que nosotros hicimos mal”, como una fórmula que entonces sí nos habilite a “poder salir adelante”.
Aún cercados por guerras internas y externas, Raúl pondera el presente del zapatismo y el pueblo kurdo como referencias posibles de un tipo de andar político y de construcción colectiva que abra horizontes de largo aliento a la locura devastadora del capital.
“Hoy lo que necesitamos es apostar a la vida y no apostar a más muerte”, lo sintetiza Zibechi en este nuevo diálogo con Después de la Deriva que celebramos como posibilidad de escucharnos para no dejar de intentar pensar y hacer ese mundo radicalmente distinto que se libre del yugo del capital y su lógica bestial más o menos maquillada para la ocasión.
Carlos “Negro” Aguirre, uno de los músicos más talentosos, inspiradores y consecuentes de la escena popular, encabeza un nuevo proyecto colectivo que bajo el nombre de Almalegría lanzará mañana su álbum debut “Melodía que va…”.
Antes de la escucha abierta y virtual que el sello autogestivo e independiente de Paraná, Shagrada Medra, propone en YouTube por medio de “La Hora Azul”, el artista entrerriano y Luciana Insfrán, dos integrantes del sexteto, nos comparten la experiencia colectiva y sonora del conjunto que completan Fabricio Amaya, Sebastián Tozzola, Iván Petrich y Gonzalo Díaz.
Almalegría se formó hace más de siete años desarrollándose como un laboratorio que hace eje en la experimentación rítmica buscando una síntesis propia desde el legado del mundo afro a su diversa presencia en las músicas populares del continente apelando tanto a instrumentos convencionales como los que denomina “cotidiáfonos”, que son objetos que forman parte de la cotidianidad y a los que les va descubriendo algún posible sonido o rol musical.
La agrupación que en su propuesta también dialoga performáticamente con bailarinas y bailarines, es parte de un largo presente en el camino estético y político que el “Negro” viene transitando desde una determinada toma de posición.
En esta charla con “Después de la Deriva”, Aguirre condensa ese andar donde lo colectivo y la conciencia social son parte de una respiración amasada a diario, sin imposturas ni poses de ocasión, por lo que escucharlo sonar y reflexionar es una fiesta a la que esta noche estamos invitando.
Juntarnos a pensar cómo queremos vivir es parte de una práctica comunicacional habitual alrededor de estos micrófonos. A partir de asumir de qué modo habitamos los espacios también podemos ejercitar una manera de re-conocernos.
Y aunque esa tarea parece ser más clara cuando irrumpen los proyectos de saqueo de la megaminería a arruinar el aire, el suelo y las aguas de los territorios, también se aprecia a menudo en los enclaves urbanos.
Esta noche nos visitan vecinas y vecinos del barrio porteño de Villa del Parque que –como en 2018 cuando este proyecto empezó a bosquejarse- vuelven a organizarse en las calles, en las redes sociales y en las plazas para impedir la construcción del primero de unos 14 túneles que el Gobierno de la Ciudad pretende crear por debajo de las vías del Ferrocarril San Martín.
La obra en cuestión afectará las calles Marcos Sastre, General Rivas y Empedrado, arrasará con no menos de un centenar de árboles y su hechura estará ligada a endeudamiento externo, toda una ingeniería del terror que es una vieja iniciativa del PRO que gobierna a nivel local desde 2007 y que esta vez contó con la inestimable colaboración de una docena de votos aportados por la aparente oposición encarnada por Unión por la Patria.
Aunque el mero rechazo a semejante agresión ciudadana bastaría para enfrentar una obra que no respeta el trazado ni el hábitat barrial con apuntes ligados a inseguridad, inundaciones y perjuicios inmobiliarios y comerciales, el grupo de vecinos y vecinas de Villa del Parque también ofrece alternativas para burlar la pesadilla de las barreras como pueden serlo el tren en trinchera con biocorredores verdes o el viaducto.
Sobre esas posibilidades y las maneras que van hallando para organizarse charlaremos hoy en “Después de la Deriva” donde cada martes apostamos a que tomemos en nuestras manos la decisión de que la vida se aleje de todo sacrificio en nombre de modernidades o potenciales inversiones y sea cada vez más parecida a la que nos merecemos y soñamos comunitariamente.
Hoy, en el programa 347, de DDD, Esteban Rodríguez, queridísimo compañero y antropólogo, viene a compartir su visión acerca de los problemas territoriales actuales en relación con la conservación, en un recorrido que abarca conflictos de distinto tipo e involucra diversas regiones de nuestro país.
Esteban nos ayudará a desentrañar de qué hablamos cuando hablamos de conservación.
Dialogaremos sobre el propósito y el origen de las áreas protegidas, como condición para entender lo que sucede hoy.
Reflexionaremos acerca de su papel como herramienta para el gobierno de poblaciones y territorios.
Repasaremos sus transformaciones a lo largo de la historia, y revisaremos los distintos enfoques conservacionistas con sus implicancias en relación con el extractivismo.
Consideraremos además las diversas formas de relación que estas áreas establecen con las poblaciones locales, así como las maneras en que se busca conciliar actividades productivas y de conservación
No quedará afuera la problematización de la aparición de Fundaciones y el sector privado en el proceso actual de neo liberalización de la conservación.
El área protegida, nos adelanta Esteban, es clave en la disputa territorial. Es, sin dudas, un asunto político, como lo es también construir, cuidar, sostener, restaurar y crear.