El movimiento de los chalecos amarillos lleva más de siete meses agitando Francia a partir del precio de la gasolina pero abrazando luego unas demandas de democracia directa y formas asamblearias que el poder de la gestión capitalista no consigue traducir, enfrentar, ni menguar.
La siempre dispuesta usina mediática y la represión estatal que se ha cobrado una vida y provocó unos 300 heridos son, de momento las únicas respuestas de la política de arriba a una agitación sostenida y creciente que va generando una agenda de reclamos y posicionamientos que es difícil dimensionar a la distancia.
Este programa de los martes en La Tribu sostiene ideas en torno a la igualdad, la autonomía, las apuestas por inventar una política diferente a la que nos impone el sistema y, por tanto, que rechaza al capitalismo como a toda forma de representación que planta dirigentes y especialistas en desmedro de lo que los nadies, los cualquiera, somos capaces de impulsar colectivamente.
Por eso esta noche en Después de la Deriva trataremos de lograr una aproximación más minuciosa, intensa y concreta al fenómeno urbano e insurgente que recorre el territorio francés para tomar sus señas, dialogar con sus postulados y encontrar cuáles de sus ideales –más allá de las diferencias geográficas, culturales y políticas- confluyen con los nuestros.
¿Puede pensarse que la de los chalecos amarillos es una fuerza que recoge las huellas de las experiencias de la Comuna de París y del Mayo Francés? Mas acá en el tiempo ¿Se trata de una revuelta que, por ejemplo, remite a nuestro 2001, a Grecia, a los indignados españoles? ¿Cómo se organizan y atraviesan el “mientras tanto” las muchedumbres que cada sábado toman las calles y carreteras francesas?
Apenas algunas inquietudes en torno a una movida que está marcando la agenda de los pueblos movilizados que no se resignan a la rosca electoral y al mal menor y que aspiramos a tomar como referencia para construir un aquí y ahora en el que destelle el mañana.
(Por problemas técnicos falta un pequeño fragmento del segundo bloque)
El 27 de noviembre de 2018, un investigador de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de Shenzhen, China, comunicó al mundo el nacimiento de las primeras bebés editadas genéticamente. La noticia generó un impacto en la comunidad científica que, en términos generales, expresaron su repudio.
A miles de kilómetros científicos argentinos publicaban una contundente nota en un diario nacional en la que se preguntaban cuáles fueron los motivos reales de ese acontecimiento o dicho de otro modo, con qué motivaciones llega la ciencia a ese desarrollo.
Asumiendo que la ciencia produce conocimiento en un contexto determinado, y que ese contexto es el sistema capitalista, en Después de la Deriva nos queremos preguntar qué lugar le cabe a científicos y científicas para pensar su propia producción por fuera de las márgenes que el sistema permite. Por qué pueden horrorizarse con la manipulación genética y miran, en su mayoría, para otro lado a la hora de pensar el impacto del uso de los agroquímicos sobre la población?
Al servicio de quién deben estar las ciencias? De la propia ciencia? Es mejor una ciencia en manos del Estado que de los privados? De qué Estado?
Qué responsabilidad tienen los científicos sobre lo que producen? Cómo pensamos la producción de conocimiento en un mundo emancipado e igualitario?
Con la idea de aportar a un pensamiento crítico en construcción, va otra deriva sobre la ciencia y sus vínculos con la sociedad en la que se produce y reproduce.
El sur funciona como metáfora posible de aquello que late abajo y a la izquierda pero esta noche desde La Tribu el sur es también un territorio y una invitación.
En nuestra recorrida compañera, vital y curiosa por geografías y experiencias con las que compartimos modos, sueños y pensamientos pero que también nos nutren con sus propias apuestas locales, hoy llegamos a la región del alto valle patagónico.
Es en esa zona donde el extractivismo, los pueblos originarios y unas determinadas nociones comunitarias muestran sus garras, sus formas, sus logros y sus limitaciones en una combinación tan compleja y exuberante como la postal que devuelve ese paisaje y su entramado humano.
La organización colectiva como manera de estar y activar y la confluencia de saberes para exhibir, denunciar y movilizar son algunas de las aristas que hoy nos convocan a otro viaje capaz de colmarnos de interrogantes y aprendizajes.
En Después de la Deriva estamos orgullosos de poder sentirnos parte de estas travesías que cuestionan y construyen, que inventan y aprenden de sus errores, que siguen forzando los límites de lo que el sistema postula como posible y única alternativa.
Contra el capitalismo y su lógica voraz en creciente ascenso al calor de sus gestiones democráticas, hoy volvemos a llenar nuestras mochilas de lo aprendido y lo por desaprender para una nueva aventura con el sur como telón y horizonte de ese mundo de iguales que tratamos de ayudar a dibujar.
La decisión de seguir andando conlleva dificultad, riesgo y tozudez y esa apuesta implica poder asumir que no hay normalidad congelada ni la repetición mecánica de una rutina segura.
Esta noche es una edición especial de Después de la Deriva por La Tribu con un formato viajero que no ceja en la voluntad de recoger voces, experiencias e ideas que nos ayuden a perfilar un presente que se propone como futuro de largo aliento.
Asumir los imprevistos y potenciarse a partir de la dificultad bien podría ser una característica de supervivencia pero tratamos de ir un paso más allá de la coyuntura urgente que aprieta para pensar, pensarnos y accionar con unas pasiones intactas por procurar correr los velos y mirar más lejos.
Sin miedos ni ataduras, dispuestos a caminar preguntando y siempre ubicados del lado que consideramos el nuestro, hoy entregamos un programa que combina los saberes compañeros que conocimos en Traslasierra y la lucha por la justicia contra la lógica patriarcal y capitalista que aspira a condenar a los pobres y a las mujeres.
Se trata de un programa diferente que expande nuestras propias fronteras y nos convida a borrar distancias siguiendo la huella de una pelea por construir el mañana que ya no quiere esperar más para fundar la igualdad.
¿Cuáles son las formas de militar o activar en una Universidad? Disputar el Centro de Estudiantes? Pedir más presupuesto al Estado? Pero…qué pasa con la matriz del producto que se genera en el ámbito académico, es decir, con el conocimiento. Lo aceptamos mansamente? Cómo nos vinculamos con ese saber que se produce de forma asimétrica?
Obstinados en buscar esas prácticas emancipativas en cada aspecto de la vida, en Después de la Deriva nos proponemos esta noche entrar en las aulas universitarias de la mano de compañeres que hace más de 20 años vienen pensando estas cuestiones.
Convencidas y convencidos de que no estamos dispuestos a esperar una revolución planataria, sino que es necesario generar nuevas relaciones sociales en el aquí y ahora, acercamos esta noche experiencias que buscan producir conocimiento de manera autónoma y horizontal, dispuestas a darlo vuelta todo.
Vaya entonces esta nueva deriva en busca de aquellos faros que nos acerquen a las orillas que soñamos.