En pocos días más, el 22 de marzo, se cumple un nuevo día mundial del agua.


En semanas de cuarentenas obligadas y de asuntos unidimensionales a los que nos invitan a dirigir la mirada, la pregunta por el acceso al agua potable luce invasiva, molesta, distractiva. Y esto parece sostenerse aún cuando las múltiples “recomendaciones” de los profesionales involucran el acceso y uso de agua potable

Pero el agua potable en nuestro país es un bien cada vez más escaso, un derecho quebrado y, a la vez, un recurso central que sostiene al modelo extractivista.

Agua. Sea como forma de romper los territorios mediante la fractura hidráulica, o bien abasteciendo hectáreas de plantaciones forestales para celulosa, o bien como una fácil manera de arrojar toneladas de deshechos y venenos. Agua también para en pesca industrial, para las plantaciones de transgénicos o en los diferentes modos de extractivismo urbano. Siempre agua.

Y sin embargo, la naturalización de este modelo luce agrietada. Cientos de luchas y resistencias aparecen a lo largo de nuestros territorios, experiencias parecidas y diferentes, siempre vivas.

En este programa número 135 de Después de la Deriva abordaremos la pregunta acerca del agua y sus dimensiones sociales, políticos, económicas, dándole el lugar central que tiene en nuestros territorios, en la dinámica de las comunidades que allí viven, en la matriz extractivista de nuestro país y en las formas de consumo que nos imponen.

Sedientos de comprender, actuar, conectar y caminar juntos, nos embarcamos en este nuevo capítulo.

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