Si nos pusiéramos a buscar confluencias posibles para darle sustento a un programa acerca del rol estatal en los atropellos y vejaciones sociales, cada martes en La Tribu tendríamos tela para contar y denunciar.
Pero esta vez la confluencia reconoce dos sucesos relevantes que dan cuenta de la responsabilidad del Estado en el sistema capitalista en Latinoamérica con el quinto aniversario de la masacre de Ayotzinapa que desapareció a 43 estudiantes normalistas en México y con el estreno formal del documental sobre la desaparición y el crimen de Luciano Arruga.
Por un lado visitaremos la memoria de ese cruento ataque del Estado mexicano sobre un contingente de estudiantes organizado y en lucha que tiene eco en diferentes ciudades del mundo, entre ellas Buenos Aires, donde se vienen desarrollando una serie de actividades para no dejar de denunciar semejante violencia institucional.
Y aprovechando su estreno después de pasar por varios festivales, volveremos a charlar sobre “¿Quién mató a mi hermano?”, documental de Ana Fraile y Lucas Scavino, que retrata la lucha colectiva para sostener en pie el reclamo por la desaparición y muerte de Luciano Arruga desde enero de 2009.
Los dos hechos criminales dejan al descubierto el dispositivo estatal en dos períodos democráticos de diferentes signos que se han extendido en el tiempo aún con radicales cambios de administración en ambos casos.
¿Somos capaces de cuestionar el monopolio de la violencia que el Estado ejerce a mansalva? ¿Esa maquinaria perversa y perfecta que involucra a diferentes actores es posible de ser desarticulada con solamente cambiar a buenos por malos? ¿Por qué entonces seguimos pensando y haciendo la política con el Estado como norte?
Apenas tres preguntas que sobrevuelan recurrentemente en las noches de Después de la Deriva y para las que esta vez sí tenemos respuestas pero es frente a ellas que creemos en la necesidad de problematizar y ahondar para compartir un diagnóstico y poder avanzar en otra perspectiva emancipadora y autónoma.
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