La salud de las abejas muy pocas veces es titular en las noticias. Si se piensa en la abeja, no es por su rol la naturaleza sino como parte necesaria para obtener un producto: la miel. Sin embargo las abejas que producen miel son un bajo porcentaje del total de animales que participan en la reproducción de las plantas, y por consiguiente en la producción de frutos y semillas. ¿Por qué nos debería importar la salud de las abejas? ¿Por su miel? ¿Por rol en la producción de alimentos?
¿Por qué importa siempre y cuando impacta en la salud humana? ¿Lxs humanxs nos pensamos separados de ese ecosistema? ¿Asumimos la modificación del mismo?

En la lógica de desertificación de los espacios, los pobladores migran, los apicultores desaparecen. Se vende un discurso en la forma de producción de alimentos que es aséptica, perfecta. Si hay maleza, herbicida. Si hay insectos, insecticida. Si hay hongos, fungicida. En ese modelo no existe una naturaleza en equilibrio, existe sólo producción a todo costo en un sistema que es ARTIFICIAL.
¿Por qué a los apicultores les cuesta tanto encontrar un campo para poder llevar sus colmenas? ¿Por qué hoy existen inundaciones en zonas donde antes no existían?
La naturaleza busca un equilibrio, el modelo no lo permite.

Aquellos apicultores que migran, encuentran una naturaleza con la pueden coexistir. Nos demuestran que existe otra forma de hacer apicultura que no es simplemente la producción masiva de miel.

En este programa número 181 de Después de la Deriva nos hacemos varias preguntas de una temática que quizás luzca lejana a muchos y muchas de nuestros oyentes. ¿Por qué solo existe miel cuando hablamos de abejas?

¿Por qué importa la salud de las abejas? ¿Qué pasaría si las abejas desaparecieran? ¿Qué modelo de producción de alimentos queremos? El modelo actual de producción de alimentos no permite un equilibrio con la naturaleza circundante. Los humanos no nos consideramos parte de esa naturaleza y creemos que podemos modificarla como queramos sin que eso conlleve consecuencias directas sobre nuestra vida.

Durante este programa escucharemos a dos apicultores que salen de esos márgenes de producción solo por miel. Los invitamos a escucharlos y a pensar con ellos algunas de estas preguntas.

Reflexion

Luego de haber escuchado a Pedro y Pablo, sabemos que la voz de los apicultores y lo que sucede con la salud de las abejas muchas veces no es escuchada por parte de un Estado que inclina la balanza hacia un sector. ¿Por qué? Se enfrentan modelos productivos, dos mercados exportadores que colisionan: miel y soja. El estado sabe que las fumigaciones del modelo agro industrial perjudica la salud de las abejas y que por esta razón, muchos apicultores desaparecieron y fueron cambiando las zonas de distribución de las colmenas. Sin embargo, y pese a que Argentina sea uno de los productores más importante de miel, se permite que el modelo agro industrial predomine en la zona núcleo del país sin importar que le suceden a otros modos de producción de alimentos, las abejas, los ecosistemas, los pobladores que migran, los apicultores que desaparecen, .

Una de las formas de resistir es empezar a preguntarnos qué modelo de producción de alimentos queremos, qué tipo de relación queremos tener con la naturaleza.
Podríamos pensar luego de 25 años y de saber todas las consecuencias que vemos del modelo, eso sería cada vez más fácil. Resulta que lo vemos y sabemos de sus consecuencias. Cambiarlo dependerá de la acción conjunta de todos nosotros.

Hoy escuchamos que la apicultura no es sólo un modo de producción de alimentos, para estos apicultores representa un modo de visión del mundo. La abeja – colmena integra una red más amplia que sólo el producto miel, y la miel es más que un producto. En este tipo de apicultura ligada a la comunidad y al territorio, se tejen relaciones que fortalecen al entramado comunitario sin desmedro del territorio. Otro tipo de producción y relación con el territorio es posible.

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