PROGRAMA #270 Paren de fumigarnos, basta de represión, basta de extractivismos

 

El 11 de enero pasado tres integrantes del colectivo de vecinas y vecinos Exaltación Salud fueron detenides por la policía al intentar desplegar una bandera que decía Basta de Cáncer / Paren de Fumigarnos durante el acto de inauguración de un Hospital Modular en Los Cardales en el que se encontraba el presidente Alberto Fernández.
También se detuvo a un periodista de FM Los Cardales y, si bien se les permitió retirarse después de cuatro horas, a les cuatro les abrieron una causa por resistencia a la autoridad.
El caso de Exaltación es uno más de criminalización de la protesta social, es uno más de las cientas de personas que luchan por causas socioamientales que son reprimidas, encarceladas y procesadas.
Es uno más de los que permiten comprender el entramado entre Estado al servicio de los interesas privados y en contra del pueblo, su salud, su vida; pero también entre el sistema productivo y la represión, el hambre, la enfermedades, y un sifin de etcétera.
Por abajo, Exaltación es un caso más de unidad de luchas, de colectivos que se entrelazan para tener más fuerzas, resistir juntes y pensar juntes otros modos otros de vivir.
De eso se trata el festival de los Pueblos que se hará este sábado a partir de las 15 en la Plaza Mitre de Los Cardales.
Y en ese tejer colectivo cantará en el Festival Jeremías Chauque, hijo de Ruben Patagonia, un artista y compañero quien además de poner su música al servicio de las causas justas, durante el primer bloque nos cuenta de la construcción de Desvío a la Raíz, un colectivo dedicado a la agricultura ancestral, porque, dice, la palabra “agroecológica” nos la han robado.
Asi Jeremías es compañero más de los que resiste al tiempo que construye.
Y Después de la Deriva es un colectivo más de comunicación que trata de hacer visibles estas luchas de las y los cualquiera que en sus diferentes modos están abocados a la enorme tarea de destruir este sistema de muerte y pensar/hacer ese otro mundo en el que queremos vivir.

PROGRAMA #267 Dictadura minera, memoria y esperanza

El 15 de febrero de 2010, el Poder Judicial de Catamarca, en connivencia con el Poder político y las empresas megamineras, ordenó una violenta represión, obedecida y ejercida con saña por un gran número de policías de la provincia, contra las vecinas y los vecinos de Andalgalá, que bloqueaban el paso a las máquinas mineras, en un camino comunero. Hubo disparos de balas y gases, hubo golpes con cachiporras, hubo perros entrenados para el ataque. Hubo lágrimas, gritos, heridas físicas y emocionales. Lo que no hubo fue piedad con las personas mayores, ni con las mujeres ni con las niñas y niños, algunxs de apenas meses de vida.

Desde ese camino comunero, la violencia armada del Estado se trasladó a la plaza principal y alrededores, donde se había congregado un gran número de personas, para exigir la liberación de lxs detenidxs y el respeto por la autodeterminación del pueblo que entonces, como hoy, dice que no quiere megaminería en su territorio.

Pero lejos de conseguir amedrentar al pueblo, con este acto el Poder político-empresarial de Catamarca lo despertó. Las personas salieron masivamente a expresarse en las calles y a demostrar que el miedo más grande es quedarse sin agua. Se habló de estallido social, de pueblada, de revuelta. Lo cierto es que se trató de un legítimo acto de protesta popular que obligó al Poder Judicial a paralizar el entonces denominado proyecto Agua Rica (hoy rebautizado proyecto MARA, de Yamana Gold, Glencore y Newmont) y a dejar sin efecto el escandaloso proyecto Pilciao 16 (ubicado en el casco urbano del pueblo).

A 13 años de aquel día, el pueblo continúa resistiendo al mismo proyecto y la misma dictadura minera, que gobierna en la provincia sin distinguir partido político. A lo largo de estos años, la violencia estatal contra el pueblo no se ha detenido y continúa con espionaje, judicializaciones, violación sistemática de leyes y derechos, persecución de todo tipo, detenciones y más represión.

Pero tampoco el pueblo cede en su reclamo y no cederá. Sábado a sábado camina, sin detenerse, para exigir se respete su derecho humano al agua, a un ambiente sano y a su autodeterminación.

En este programa especial para Después de la Deriva, desde la Asamblea El Algarrobo, de Andalgalá, Catamarca, ejercitamos la memoria como una forma de resistencia y lucha.