Mientras en el corte de Purmamarca y otros puntos de la provincia jujeña integrantes del Tercer Malón de la Paz siguen resistiendo, otres emprendieron el camino hacia la Ciudad de Buenos Aires, donde vienen a exigirle a la Corte Suprema que declare inconstitucional la reforma, a la vez que pedirán la intervención de la provincia y que el Congreso sancione una ley de propiedad comunitaria de las tierras.
Pero Jujuy es sólo la punta del iceberg; en Salta, por ejemplo, docentes autoconvocades sostienen un paro desde hace más de 80 días y atravesaron una brutal represión el 25 de mayo, con un saldo de más de 19 detenides que actualmente están procesades.
Mientras tanto, en La Rioja la Convención Constituyente comenzó ayer el debate para tratar la reforma parcial de la Constitución provincial, un proceso que enciende la alarma ya que, en principio, no hubo participación pública, se desconocen cuáles son las modificaciones específicas que se intentarán introducir y, por supuesto, no se sabe hasta qué punto el pueblo será escuchado.
Desde arriba, ni Gerardo Morales en Jujuy, quien es candidado a vicepresidente de Larreta; ni el gobernador salteño Gustavo Saenz, que fue compañero de la fórmula presidencial de Massa en 2015 y hoy tiene una buena relación con el gobierno de Alberto Fernández; ni el gobernador justicialista riojano Ricardo Quinquela parecen tener demasiados matices a la hora de pensar cómo explotar la naturaleza y transformarla en dólares.
Desde abajo, la organización aumenta, se entrelaza, va rompiendo poco a poco barreras y así, una docente cuenta cómo su lucha se hermana con los pueblos originarios, cómo otra colega que nunca le habló preparó con ella el acto por la Noche del Apagón en Ledesma, porque, en definitiva, el monstruo que hay enfrente es grande y pisa cada vez más fuerte.
Entonces en la Ciudad de Buenos Aires, un grupo de autoconvocades realizan una vigilia frente a la casa de Jujuy; y en una facultad alumnes hacen una peña y lo que recaudan lo mandan a las y los compas que sostienen los cortes en la provincia norteña; y una pareja de compañeres que viaja organiza una colecta con amigues para mandarle dinero al acampe docente que se realiza en Libertador San Martín, allí frente a la fábrica de azúcar que fue cómplice de la dictadura.
Y las charlas se superponen y los chats no paran… que si una juntada, que la actividad en la vigilia, que la colecta para que viaje tal con las cosas, y nos seguimos enredando, caminando, buscando cómo hacer para ganar esta guerra que es por el litio, por el agua, por la vida.
Y hay quienes aprovechan para llevar agua para su molino, algo bastante probable en medio de la contienda electoral; pero habemos otres que sabemos que gane quien gane, gobierne quien gobierne, la salida la tendremos que buscar entre nosotres, que tendremos que –de una vez por todas- aprender que nadie nos salvará, nadie nos dará un mundo para vivir, así que no queda otra que inventarlo.
Vaya esta Deriva con testimonios de una docente jujeña del acampe en Libertador San Martin; de la vigilia frente de la casa de Jujuy en la Ciudad de Buenos Aires y de una docente de Salta, sólo algunas voces de esas y esos cualquiera imprescindibles para esa invención.