PROGRAMA #197 Cecosesola, otro mundo es posible

Los contornos de la utopía se van re-configurando y desvaneciendo entre prácticas e ideas, pensamientos y acciones, en un juego de tensiones donde la primera y aparente única opción pasa por ligarla a los grandes procesos de arriba, a la toma del poder, a los cambios estructurales que se derramen por obra de un líder o lideresa.

Otros grupos creen en el poderío de su organización puesto a jugar en el laberinto del estado, las elecciones y el entramado de la burocracia partidaria, representativa y jerárquica.

Al calor de otras experiencias históricas y al impulso que el zapatismo colocó en la vidriera mundial a partir de su irrupción en enero de 1994 donde la construcción comunitaria constituye un entramado en sí mismo que plasma formas de relacionarse por fuera de la lógica sistémica, existe una subjetividad latente en torno a la generación de espacios que, como los denomina el historiador Jerome Baschet, estén librados de capitalismo.

Lejos de las luces y las marquesinas del escenario de la política global en la Venezuela surcada por una profunda crisis económica y donde pareciera que la alternativa se juega solamente en la disputa por estirar el agonizante sistema chavista hoy encarnado por Nicolás Maduro o ceder a la voracidad imperial, nos topamos con la experiencia de Cecosesola que hoy queremos empezar a compartir desde los micrófonos de La Tribu.

Compañeras y compañeros que desde 1967 se encuentran asociativamente para atender las necesidades vitales de salud, alimentación, transporte y hasta funerarias, que fue el primer impulso que puso en marcha la reunión de voluntades en la ciudad de Barquisimeto.

Este primer acercamiento a la terea social, productiva y mancomunada de Cecosesola se nos aparece como una profunda y diversificada actividad concreta de un enorme grupo de personas que encarna la decisión de –ni más ni menos- tomar la vida en sus manos no ya por la mera existencia sino para ejercer y sostener otros modos.

En Después de la Deriva nos invitamos a asomarnos a estas prácticas que se despliegan en lo cotidiano y en su propia dinámica dan forma a un ejercicio vital de la igualdad para así demostrar, como expresa uno de sus documentos, que “otro mundo es posible” y esa afirmación no se trata de un slogan publicitario de campaña.

PROGRAMA #196 Extractivismos y resistencias del mar a los andes

La toma de decisiones de políticas públicas en nuestro país asociadas a temáticas productivas con fuerte impacto socioambiental, una y otra vez reproduce los mismos elementos. Una y otra vez. Una falta de acceso a buena información, una exclusión de otras experiencias similares, una no consideración de la posición de comunidades que están lejos de las esferas del poder gubernamental y empresarial.
En este programa nos focalizaremos en dos proyectos que fueron anunciados este año y que tienen a comunidades organizándose y reclamando que ese ciclo de la toma de decisiones, deje de estar naturalizado y establezca un vínculo estrecho con las comunidades y con el bienestar de la Naturaleza. Por un lado, viajamos a las comunidades costeras enfrentando a un megaproyecto que busca a cualquier costo sacar hidrocarburos en el mar frente a la costa bonaerense. Por otro, nos movimos a la comunidades cordilleranas que denuncian al proyecto de megaminería Jose María en San Juan.
Comunidades que ponen en juego sus cuerpos y voluntades para que esta lógica del presentismo se rompa y se permee así otro tipo de vínculo con el tiempo y espacio. Uno capaz de preguntarse acerca del del presente y el futuro y no aquel que justifica cualquier emprendimiento en nombre de balanzas de pagos, entrada de dólares y otros discursos que excluyen la pregunta por el bienestar de comunidades y Naturalezas. Entre mar y cordillera, damos así inicio a este programa número 196 de Después de la Deriva.

PROGRAMA #195 Cuba y la autodeterminación del pueblo

El descontento que la sociedad cubana viene expresando en las calles de La Habana y en otras ciudades de la isla han vuelto a ser motivo para un reduccionismo que limita el problema a apenas dos interpretaciones posibles: o al bloqueo que la nación padece como consecuencia de su modelo socialista o al régimen de partido único que es definido como una mera dictadura.

Pero Cuba, además de ese acotado prisma dual es un territorio complejo en el que palabras e ideas como revolución, disenso, burocracia, derechos humanos, libertad, prostitución, Estado y burguesía entran en tensa ebullición en el contexto de un planeta donde la presencia del socialismo real como contraparte del imperio capitalista es ya una foto borrosa y sepia.

Abordar desde el presente aquellos paradigmas encarnados por figuras míticas como las de Ernesto Che Guevara o Fidel Castro bien puede ser faltar a una suerte de verdad histórica construida al calor de otro tiempo, pero también es cierto que la gesta cubana en el marco del mundo bipolar recogía entonces una porción de las críticas que el modelo soviético merecía a escala planetaria.

¿Es posible pensar a Cuba hoy sin el criminal bloqueo imperial? ¿El modelo revolucionario de toma del poder y el Estado admite la disidencia? ¿Si las personas y el mundo cambiaron varias veces desde mediados del siglo pasado es dable imaginar que un modelo de gobierno se mantenga incólume? ¿La autodeterminación de los pueblos es una fórmula que aplica solamente si el gobierno de turno no es de nuestro agrado?

Esas y otras preguntas atraviesan esta noche en La Tribu con las presencias de la pareja cubana conformada por Cecilia Benítez y Pablo Pinet, integrantes del Colectivo Migrante de Rosario, y también con el compañero Raúl Zibechi, un agudo observador de los movimientos sociales latinoamericanos.

En Después de la Deriva apostamos desde esos aportes y también junto a la escucha atenta del otro lado del parlante, a contribuir a un debate que necesariamente invita a pensar sin los pesados y cuestionados dogmas del pasado para, en cambio, atreverse a construir alternativas más vigorosas, vitales, diversas y actuales que pongan freno a la depredación capitalista y su lógica patriarcal, bárbara y colonial.

PROGRAMA #194 Cine que nos mira

Luz, cámara y, sobre todo acción. Esta noche el cine pensado y usado como foco político es asunto para presentar y charlar aquello que el sistema oculta y archiva pero que la persistencia del documento cinematográfico coloca en pantalla para, al mismo tiempo, preservar y hacer renacer.

Hoy en La Tribu nos visitan Patricio Escobar y Lucía Casado, integrante del colectivo Silbando Bembas, quienes por estos días salen a mostrar respectivamente sus nuevas y valiosas películas: “Bufones de la risastencia” y “La Sesenta-Crónicas de una lucha obrera”.

En charla con este par de compañeres aparece claramente la noción del cine como herramienta para otra subjetivación y cómo su uso libre y popular sirve también para empujar causas, mostrar ejemplos, narrar procesos invisibilizados o denunciar las miserias de la lógica imperante y a sus responsables.

Mientras Silbando Bembas cuenta la lucha gremial de trabajadores de la línea de colectivos 60 contra la explotación patronal, la inacción del Ministerio de Trabajo y la burocracia de su sindicato de referencia, la Unión Tranviarios Automotor; el filme de Escobar rescata la figura del bufón y su presencia histórica para potenciar desde el humor la necesidad de aquellos personajes capaces de burlar la aparente normalidad, de violentar la norma.

Así y mientras la industria audiovisual local agoniza otra vez entre los laberintos de la rueda estatal de leyes, falta de fondos y políticas brumosas, acercamos dos ejemplos de muchos de los que deciden asumir el riesgo de enfrentar a la realidad con otro lente y echar a rodar la experiencia.

En Después de la Deriva apagamos las luces que encandilan e impiden ver e invitamos a un martes de película donde afilamos las miradas que nos permitan moldear las formas del mundo criminal que rechazamos y, en cambio, iluminar ese futuro de iguales que nos urge construir.

PROGRAMA #193 Músicas de esta tierra

¿Cuál es la vinculación entre las artes y la coyuntura? ¿De qué manera aquella persona que crea se deja atravesar por el contexto sin por ello caer en la tentación de re-presentarlo? Son apenas algunas de las nociones que esta noche en La Tribu nos llevan a viajar por pentagramas, arpegios, acordes, melodías e ideas.

Por un lado Raly Barrionuevo desde Unquillo y habiendo recién lanzado su nuevo álbum “1972”, decide mantenerse lejos de los escenarios sin disimular su hastío por los engranajes de la lógica del espectáculo.

Y, por el otro, Alejandro Ciancio con el estreno de “Candombe para mi barrio”, reafirma desde Entre Ríos su ligazón con una obra interpelada por los extractivismos, por la defensa socioambiental.

Ambos músicos ligados a los sonidos folclóricos, con sus distintas dimensiones estéticas y de impacto, comparten esa posición sobre los territorios y militan en organizaciones en una praxis desde la que definen su carácter de compañeros de causas que rechazan las políticas de saqueo y destrucción de ecosistemas y poblaciones.

Cada uno de ellos exploran en Después de la Deriva esas posiciones políticas y vitales al mismo tiempo que dialogan con unas obras que dan cuenta de dolores, compromisos, memorias y alegrías que conjugan pluralmente, que a su modo musicalizan un tiempo y un espacio.

Ciancio y Barrionuevo son, cada quién con sus particularidades, dos referencias posibles acerca de cómo la música dialoga con el entorno y sirve tanto para la denuncia como para el encuentro, para la celebración tanto como para la bronca.

En Después de la Deriva proponemos así un espacio para apreciar de qué manera los artistas tensionan sus propias intimidades y las ponen a consideración en un juego comunitario donde la música es vehículo, vivencia, expresión y herramienta para actualizar cada vez esa utopía que promete y propone que “una canción puede cambiar el mundo”.